miércoles, 22 de diciembre de 2010

Las migajas del aumento salarial.


Para quien no sabe el dolor de ver que no alcanza el dinero para comprar la leche del niño, para el que ignora que el camión cuesta lo mismo que un kilo de tortillas, para el que no tiene idea que por “pan” se entiende lo necesario para satisfacer el hambre y no, los bocadillos que surgen de la Alta Repostería Francesa y por tanto, ordenan que a falta de pan, le den pasteles al pueblo, para esos, un incremento salarial de cuatro puntos o un poquitísimo más del índice del marcador del costo porcentual promedio de los costos indexados, es correcto.

Es decir, cuando no se tiene idea ni de lo que es el hambre ni de lo que significa indexado, opinar y decir que subir el salario de 52 a 54 pesos es bueno, pues la gente podrá comprar lo que necesita, resulta ser una total aberración.

Opinar que los salarios no deben rebasar más de tanto o cuanto por ciento, cuando lo cierto es que ya no es posible que la gente sobreviva con lo que el patrón paga, realmente es un insulto a la inteligencia.

Y eso, señores, es lo que ahora acaban de hacer los C.C. Representantes de los Patrones, de los Trabajadores y del Gobierno en la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, al acordar un alza salarial del 4.1 general a los tres niveles o clasificaciones salariales vigentes en el país.

No conozco la minuta de la reunión. Ignoro los puntos concretos en que se apoyaron para llegar a esa determinación pero, la verdad, cualquiera que haya sido el soporte para arribar a esa determinación, estoy seguro que nadie la puede haber dado por válida.

Mi dicho lo fundamento en el hecho de que si se analiza el costo de la vida, si se suman los valores de los insumos mínimos para una familia de manera correcta, no con las desviaciones de los “genios” que ahora padecemos, podrá darse cuenta el lector que no alcanza, que no es suficiente y que condenar al obrero a pretender sobrevivir con esas migajas, es orillarlo a buscar nuevos rumbos que, por desgracia, siempre se alejan de lo formal, de lo correcto, de lo que puede dejarle satisfacciones. De otro modo, va a buscar ser mercenario, con el dinero fácil que lleva pero también, con la muerte segura en corto plazo que implica.

No es correcto que desde las alturas del poder, se tomen determinaciones que empujan a los trabajadores a quebrantar la ley. El problema, es que la ley la hace el mismo que obliga a romperla y ahí, está lo más triste del asunto.

Pensar que con un ridículo incremento la gente va a estar contenta, mientras los que determinan los aumentos obtienen verdaderas fortunas, es un ataque a la estabilidad del país.

Lo están provocando. Están buscando la manera de lograr que la gente se enardezca y eso, mis amigos, no es bueno. Si lo que ordenan no es bueno para el obrero, no puede ser bueno para el país. Habrán de verlo. Y tal vez… ya no haya tiempo.

Me gustaría conocer su opinión.

Vale la pena.

José Manuel Gómez Porchini.

Comentarios: jmgomezporchini@gmail.com  

1 comentario:

  1. ES UNA REALIDAD, PERO HAY QUE INCISTIR TALADRAR LAS VOLUNTADES GUBERNAMENTALES, PATRONALES, CON EJEMPLOS Y CIRCUSTANCIAS CRUELES COMO LA DETERMINACION EQUIVOCADA DE INFIMOS AUMENTOS, DEMOSTRAANDO TODOS JUNTOS UN REPUDIO TOTAL PERO RAZONADO, DELANTE DE ELLOS Y A LA MISMA HUMANIDAD, SUERTE Y QUE LA FORMA DE PENSAR SEA IGUAL AL ACTUAR, VAMOS POR UNA CAUSA JUSTA PERO SIN MATAR

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