domingo, 27 de febrero de 2011

una queja más.


Ayer, en clase, ya en confianza, les comenté a los alumnos, que tengo por sistema quejarme y hacer valer mis derechos cuando siento que no es válida la forma en que me tratan, en que me atienden, en que me proporcionan bienes o servicios.

Por supuesto, al fin estudiantes de derecho, empezaron las voces: yo también me quejo, yo no doy propina si no me atienden, yo armé una manifestación frente a la empresa esa y así, se multiplicaron las quejas.

Y esto es lo que hoy siento que es importante y que quiero compartir con Usted. Tal vez, lo de menos sea el destinatario de la queja, lo importante es que cuando Usted vea una cosa que está funcionando mal, lo externe, lo diga, lo avise. Así, tal vez lo atiendan y se corrija el problema, pero si no lo dice, si su sentir no llega a quien debe y sólo se guarda como más fuego en una caldera que de suyo ya está a punto de explotar, creo que es mejor quejarse.

Voy a bordo de un avión. La semana pasada, Aeroméxico me asignó un lugar en el que el asiento no se reclina y me quejé, pero poquito. Hoy, de nueva cuenta me asignan ese lugar, debe ser porque no tengo cara de magnate ni de revoltoso pero hoy sí reclamé y me cambiaron de lugar. La pregunta es: ¿se debe uno pelear siempre?

Claro, al llegar al aeropuerto de Monterrey, una terminal nueva sólo para Aeroméxico, busqué la forma de conectar mi computadora a un contacto eléctrico y lo logré, gracias a la benevolencia de un caritativo y atento empleado de mostrador del propio Aeroméxico. Lo cierto es que, a diferencia de cualquier otro aeropuerto, en la nueva terminal de Aeroméxico en Monterrey no existen contactos para el uso del público.

Claro, cuando me quejé, empezaron las voces: ¿no viajó en invierno? Esta terminal no tiene calefacción, me dijo un pasajero que también iba a abordar. Es un congelador, una nevera la mugre ésta. Así con ese desprecio, se refirió a lo que podría ser un portento de ingeniería, la nueva terminal aérea. Y claro, empezaron más voces. Señor, diga que aquí, en la planta de arriba, no hay baños, que se debe retornar lo andado para poder ir al baño. No quise creer que no hubiera baños pero resultó cierto.

Entonces pensé, ya ven que dice el dicho: piensa mal y acertarás, ¿cuánto habrá pagado el contratista por que le permitieran hacer una obra de ese tamaño, sin baños, sin enchufes, sin calefacción y sin muchos otros detalles más? ¿Es válido, como usuarios, permitir que cada día sean más caros los boletos de avión según por la cuota esa que cobra OMA o como se llame la empresa privada que regentea los aeropuertos para dar un servicio pésimo?

Y no paró ahí el problema. Se me acercó un pasajero y me dijo: ¿Ya se dio cuenta que los que revisan, los que hacen funciones de inspección y vigilancia a nombre del Gobierno de México, son empleados de una empresa particular? No quise creerle… hasta que lo comprobé.

Me parece grave, gravísimo que la función pública por excelencia, la de instrumentar el control formal de la sociedad, se realice por conductos particulares. De seguir así, mañana podrán concesionar los juzgados, los ministerios públicos, los agentes de tránsito y todo tipo de autoridad. Ya lo hicieron en los aeropuertos con quienes están a cargo de la vigilancia de lo que entra y sale del país, de lo que sube a los aviones, de lo que se permite transportar… ¿qué sigue?



Vengo realmente espantado. No debería ser posible.



Me gustaría conocer su opinión.

Vale la pena.

José Manuel Gómez Porchini.

Mexicano y además, orgulloso de serlo.







Cliente Frecuente.


Los programas de lealtad al cliente frecuente un día empezaron en hoteles, restaurantes, líneas aéreas y luego, en todo lo que se pueda Usted imaginar.

Hoy, ya es una realidad que los Customer Research Management o programas de lealtad son política de la mayoría de las empresas. Compras 4 y el quinto es gratis. Se acumulan tus visitas hasta obtener una entrada sin costo. Tres noches de hotel pagadas y la cuarta es gratis y así, hasta donde la imaginación lo permita.

Claro, como es un programa que le da a ganar algo al cliente, los que los han implementado han sido empresas privadas. Nunca un gobierno ha establecido ese tipo de situaciones.

Sin embargo, el mundo global, en el que ahora parecen competir y hasta se confunden las tareas de los particulares con las de los gobiernos, ya empezó una ola de beneficios a los particulares al cumplir con sus obligaciones ante la autoridad. Que el municipio de Guadalupe regala un carro al cliente, perdón, al contribuyente número tantos, que el de San Nicolás otorga un seguro contra robo, incendio y demás a quienes paguen a tiempo el predial y así, muchos otros beneficios.

Creo que ya es hora de que en México, la Secretaría de Hacienda permita que sus clientes, es decir, las personas que acuden ante sus oficinas a realizar trámites, pagar y demás, obtengan un beneficio por ello.

Es tan fácil seguir los dictados de la moda financiera… que con decirle al contribuyente que pague sus impuestos indirectos, es decir, el IVA, va a tener derecho a una pensión, a servicio médico, a seguro de desempleo, a becas y muchos otros privilegios, que estoy seguro que tendrían cientos de miles de clientes satisfechos.

Ya existe la tecnología capaz de soportar un sistema de cómputo con más de cien millones de cuentas y la verdad, no se batalla gran cosa. Claro, se necesita saberle a eso, pero en México tenemos excelentes ingenieros y todos los que se requieren para hacer funcionar un sistema de esa magnitud. Constitucionalmente, es tan fácil como agregar un párrafo al artículo Cuarto Constitucional para garantizar el Derecho al Ahorro y a la Seguridad Social para todos los mexicanos, que por cierto, ya está redactado y diseñado. Legalmente, es sólo adecuar la legislación que atiende a los obreros y hacerla tan amplia como sea necesario para que todos los mexicanos queden protegidos.

Si Usted, gobierno, le explica a la gente que pagando IVA va a tener derecho a una pensión y a servicio médico, con el sólo uso de una tarjeta que registre las operaciones, sin necesidad de exigir una factura, se va a dar cuenta que la gente lo va a hacer. Todo mundo sabe lo que le conviene.

Lo que nos falta, actualmente, es una voz con suficiente peso para que lo haga saber en el Congreso, ahora que están discutiendo de nuevo el IVA. Ojalá Usted me ayude retuiteando este documento, poniéndole compartir en su muro o enviándolo por correo electrónico.

Si los políticos no le hacen caso a una persona, si no atienden más que a sus necesidades, al ver que somos muchos, tal vez, volteando a ver a Túnez, Egipto y demás, nos hagan caso a todos.

Es tan fácil… y tan lejano.

Ya está desarrollado, ya está comentado. Está en mi blog. Va enlace.

Es por México y por nuestros hijos. Es la patria que les debemos.

Me gustaría conocer su opinión.

Vale la pena.

José Manuel Gómez Porchini.

Mexicano y además, orgulloso de serlo.



Enlace a la propuesta de Seguridad Social:



Etiquetas.



Dicen, no me consta… que los niños son los seres más crueles del universo y bueno, a veces pienso que por ser dicho de los abuelos es cierto.

La razón la encontramos en que los niños no conocen, no saben lo que es políticamente correcto, no les han enseñado que existen temas que no se deben tratar y por lo tanto, para ellos es lo más natural preguntarle a alguien que ha perdido un brazo o una pierna, ¿por qué te falta eso?

Cuando Usted es quien recibe la pregunta y ha tratado de hacer la vida con una deficiencia, con un problema, no le queda más que aguantar… al cabo que sólo son niños. Tal vez, solo tal vez, los niños tengan como disculpa su falta de malicia, de pensar en las consecuencias, de todo lo que Usted quiera.

Pero el padre o la madre, que saben lo que es políticamente correcto y han ido tratando de inculcar en el niño que no se debe quedar mirando en las personas que tienen un defecto físico, que no debe señalar con el dedo a quien es de otro color, de otra estatura, de otros rasgos, de otro género o de cualquier otra causa de discriminación, esos mismos padres que tratan de enseñar al niño, o así parece, son los mismos seres humanos que le cuelgan etiquetas a la gente y la convierten en blanco de sus señalamientos más crueles, más atroces, más sanguinarios.

El mismo padre que trata de inculcar, cuando menos de dientes para afuera, a su hijo la igualdad, es el mismo que rechaza el saludo del moreno aquél, o que no permite que su hija juegue con la hija de una sirvienta, o que prohíbe que su hijo esté en el equipo dirigido por el homosexual aquél o que no permite que a su campo de juegos entre uno de esa religión tan absurda… cuando menos, para él, pues pertenece a otra, que por cierto, resulta absurda a los ojos de muchos.

Cada quien le da valor a sus creencias, a sus ideas, a lo que siente y así trata de expresarlo.

El problema estriba cuando el padre, el adulto que le niega al menor que marque a los demás con etiquetas: gordo, cojo, prieto, chaparro, marica o la que Usted prefiera, es el mismo que eleva la voz para públicamente pedir que sólo a sus iguales se les concedan derechos, pues a los del grupo… el que sea, no les corresponden pues no son gratos a los ojos de alguien. Pensar que uno, cualquiera, tiene la capacidad suficiente para determinar quién es bueno y quién no, es una arrogancia que raya en lo ridículo.

Es cuestión de recordar que uno de los genocidios más grandes de los tiempos, el de los judíos, lo hizo uno que pretendía la supremacía aria sin ser él mismo de esa raza.

Si Usted trata de que sólo los que sean como Usted son buenos, son decentes, son confiables, cada día va a tener menos gente, pues Usted no es ni grato ni confiable ni bueno a los ojos de los demás.

Etiquetar a la gente por el color de su piel, por sus rasgos, por su edad, por sus preferencias sexuales, por sus ideas religiosas, por … por lo que sea, es contrario a una buena vida en sociedad, es contrario a la esencia de la vida en sociedad, donde han de complementarse los desiguales para poder hacer la vida.

Se debe abandonar la otredad, es decir, eliminar de nuestros vocabularios los términos en sentido despectivo “ellos” y “nosotros”. Lo cierto es que todos estamos hechos de lo mismo y ya, hace muchos años, en la carta ecológica del Jefe Indio Seattle al Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, le dijo una frase que caló hondo y así lo sigue haciendo: “Después de todo, quizá seamos hermanos”.

Hombre y mujer son desiguales, distintos, diversos y se complementan para vivir una vida. Es decir, vivir la vida, armarla, siendo distintos, es perfectamente válido.

Ahora sí, le cuestiono a Usted que sé que sí piensa y además, lo hace muy bien: ¿es correcto etiquetar a los demás, por el sólo hecho de no ser iguales a nosotros? ¿Resulta válido marcar a los demás, bajo cualquier concepto, para evitar que se mezclen con nosotros, la gente decente? ¿Y si Usted no es considerado decente para los demás, estará de acuerdo en ser suprimido, al cabo tiene un menor valor?

Lo que en Usted es correcto, en los demás es homicidio. Lo que para algunos es protección personal y guarda de valores, para otros es una discriminación feroz, ofensiva y lacerante.

La única etiqueta válida, es la que nos ganamos al ser héroes de nuestra propia vida, de nuestra lucha interior, cuando logramos vencer nuestros fantasmas. Y esa, Usted solo se la cuelga y nadie más lo sabe. Es hacer lo que le corresponde. Es la satisfacción del deber cumplido. Lo demás sale sobrando.

Me gustaría conocer su opinión.

Vale la pena.

José Manuel Gómez Porchini.

Mexicano y además, orgulloso de serlo.

Comentarios: jmgomezporchini@gmail.com  


domingo, 20 de febrero de 2011

Día de la Bandera.


¡Firmes, ya! ¡Paso redoblado, ya! Como si fuera hoy, recuerdo perfectamente que hace muchos, muchos años, en 1970 para ser exactos, tuve el orgullo por mis calificaciones de pertenecer a la escolta de la Bandera en la Escuela Adalberto J. Argüelles Matutina, en Matamoros, donde crecí.

Imelda Ambríz, Vicente Torres, Juan Sada, Santiago Saldívar, Raúl Correa Nieto y quien hoy escribe obtuvimos en el quinto grado las mejores calificaciones en los concursos y nos ganamos, a mucha honra, el derecho de pertenecer a la Escolta de la Bandera.

Recuerdo claramente a los maestros impartiendo clase y nosotros, con el compromiso moral inmenso de mantener las calificaciones pues… ¿cómo íbamos a permitir que alguien con bajas calificaciones portara la Bandera? Era un orgullo.

Tuve la fortuna y el privilegio de asistir al cambio de Bandera, pues a nivel nacional se ordenó se modificara y las Banderas que entraron en desuso, se recogieron con los más altos honores y las nuevas, llegaron con toda la ceremonia posible.

Y hoy, que de nuevo va a celebrarse el Día de la Bandera, hoy que México está desgarrado y sangrando todos los días en todas sus ciudades, veo las ofensas que nuestros gobernantes le han ocasionado a la Bandera, como mutilar el águila y traerla pegada en las puertas de los coches, para demostrar que son funcionarios, cuando la ley respectiva lo prohíbe.

O qué decir de la plasta dorada esa que parece sacada de un cuento bizarro, en el que se confunden el dorado del águila con el dorado del nopal y lo dorado de la serpiente. Es una cosa, por nombrarlo de algún modo, que ofende al buen gusto, a la esencia de ser mexicano, a la dignidad de la Bandera y por supuesto, trasgrede la ley.

Claro, como quien lo hace es el señor autoridad, no pasa nada.

Ahí, en la falta de respeto a nuestros símbolos, en la pérdida de la identidad de nuestro ser nacional, en eliminar como un estímulo a los que estudian el derecho a portar la Bandera y otorgársela a todos, según para que no se sientan mal los que están reprobados, ahí encontramos el principio de la descomposición social que hoy nos aterra.

Para mi generación y las anteriores, tal vez algunas después, portar la Bandera era un privilegio y un honor. Hoy, parece ser un estorbo. He escuchado a menores en las escuelas maldecir los honores de los lunes, al cabo que ya nadie cree en eso. He sabido que ahora la Bandera, la mezclan con otras imágenes, de toda índole, sin que nadie se ruborice.

Tal vez, algunos piensen que usar los colores patrios, los símbolos de la nación en los calzoncillos como lo hacen en otros países, que usan sus colores y estrellas en todo tipo de ropa, artículos y enseres, para familiarizar a la población con sus elementos, tal vez sea válido. Pero yo, aún soy reacio a aceptarlo.

Para mí, la gallardía que se impone al portar la Bandera, el orgullo que te genera pasar frente a toda la escuela siendo parte de la escolta, es motivo suficiente para esforzarte en los estudios.

Aún hoy, cuando acudo a ceremonias donde se rinden honores a la Bandera, donde se canta el Himno Nacional, sigo vibrando de emoción y siempre traigo a mi memoria mis días en la escolta. Marco los compases, repito las instrucciones a la escolta, estoy atento a lo que hacen pues pienso que así lo hice algún día. Tal vez ese sea mi yerro. Que mi error haya sido pertenecer a la escolta y entonces, se me despertó el nacionalismo, al amor a la patria, el respeto a sus símbolos y esas cosas que hoy, nuestros próceres procuran enviar al cesto de lo inservible, al cabo ya estamos globalizados.

Yo, en cambio, sigo soñando que mi águila vuela alto y orgullosa, que México es la nación grande y generosa que heredamos de nuestros padres y así quiero que siga siendo, que nuestra Bandera represente lo mejor de nosotros mismos y que esa herencia no se desbarate en nuestras manos y que mañana, podamos decirle a quienes tendrán la facultad de cuestionarnos por lo que hemos hecho, nuestros hijos, que la patria que tienen es la que pudimos legarles.

Quiero que sea el México de mis sueños, el que protege a sus hijos y les da libertad para ser y hacer. El México que ya hemos sido y que debemos seguir siendo.

Me gustaría conocer su opinión.

Vale la pena.

José Manuel Gómez Porchini.
Mexicano y además, orgulloso de serlo.









lunes, 14 de febrero de 2011

Una nueva bendición


Debemos entender por bendición, por algo bendecido, por algo bien dicho, aquellas palabras que han salido de alguien que nos ha deseado bien, aquella voluntad de que nuestros afanes sean favorables y productivos y también y sobre todo, que Dios Nuestro Señor nos diga a nosotros, que nuestros pasos le son favorables.

De ahí, que la gente diga: Dios te bendiga y que el hijo le pida a sus padres su bendición cuando parte a emprender un nuevo derrotero, que el deportista pida bendiciones del cielo para que sus tiros sean certeros y los del contrario, fallen. Así, hasta el infinito. Cada uno de nosotros pide ser bendecido para que sus actos sean gratos a los ojos de Dios.

Cada vez que Usted sabe de alguien que ha recibido favores en exceso, de alguien que ha emprendido un nuevo camino pese a la mar en contra y ha salido avante, usted dice que ese, es un bendito de los dioses.

Así, en ese orden de ideas me siento. Usted me conoce y sabe que algo he estudiado y también, que todo mi corazón está en lo que hago. Que si sigo peleando por tratar de tornar mi quimera en realidad a pesar que mis útiles están mellados, que carezco de lo indispensable para seguir en la lucha pero que mi deseo de que México salga adelante es infinitamente superior a lo exiguo de mis fuerzas, es porque de mis padres y mis mayores aprendí a amar a México, como me enseñaron también, los poemas que hacen que la gente tenga sentimientos, como aquél Si de Sir Rudyard Kipling que mi Padre me regalara cuando no rebasa yo los siete años y que todavía recuerdo como si fuera el mismo momento, poema del que extraje los términos que adornan este párrafo.

Así he entretejido mi vida con los sueños de mis mayores, la realidad de mi patria y la ilusión de tener un mejor futuro. Para lograrlo, mi esfuerzo lo he convertido en palabras y las he ordenado y he tratado de lograr esclarecerlas para que todos puedan entenderlas. De la suma de esas palabras, han surgido notas en prensa y también, ya mi cuarto texto formal, que tiene por nombre Seguridad Social, en un exceso de soberbia pero con la plena certeza de que la oferta contenida en el texto a eso lleva: a otorgar seguridad social a toda la población, sin distingo alguno, sin límites de ninguna especie.

Y sumando los hechos, ahora resulta que gente que conocí por la red de redes, por la internet, a quienes hace apenas un momento, en el tiempo, no los hacía en mi vida, ahora, en un evento maravilloso han bien dicho de mí palabras que rebasan el mejor de mis sueños, han creído que lo que trato de lograr puede ser realidad, como lo creo yo y han vertido palabras tan elogiosas, que cuando las escuché, me transporté mentalmente al mismo cielo.

Y créame, lo que digo es un elogio a la amistad que se prodiga sin medida cuando quien lo hace tiene el corazón rebosante de afectos. Si la amistad tiene medida, si puede Usted ponerle límites, ya no es amistad. Será interés, será conveniencia, será diplomacia, falsedad o hipocresía, pero nunca amistad.

Y la vida me ha regalado los mejores amigos del mundo. Los que se preocupan por mí en mis enfermedades, pues ya me lo mostraron al haber estado en cama, ya con extremaunción y ahora aquí sigo; me lo han demostrado en mis problemas, pues nunca me han dejado solo y siempre he tenido una mano amiga a la mano.

También, he sentido que tengo amigos cuando me escriben para decirme que mis palabras le sirvieron a alguien para hacer la tarea de su hija y que mi texto, es el mejor que encontró del tema, aún cuando el tema sea un verdadero lugar común.

Y así, hasta el infinito. Me he sabido bendecido por Dios con la vida, con mi familia que sabe y sufre lo que hago, pues quisieran que mis afanes fueran sólo de ellos pero que cuando ven las recompensas, se sienten orgullosos de que vaya pudiendo salir adelante, con mis amigos, los de desde niños y a quienes algunas veces he dejado de ver veinte o treinta años y al topármelos, recuerdan de inmediato la forma en que nos decíamos y también, que algo dejé en sus vidas que marcaron la mía para siempre.

Y al infinito. Hace rato, uno de ellos me habló para ofrecerme apoyo en un asunto que escapa totalmente a mis posibilidades. Para él, es pecata minuta. Para mí, era cuestión de vida o muerte. Se resolvió sin ningún problema. Así he logrado resolver los problemas imposibles de alguien que, para sus alcances, rebasaban sus fuerzas y que para mí, fueron una llamada, unas letras o una visita.

Eso sí, nunca he aprendido a cobrar. No tengo capital de ese que se guarda en los bancos. Pero amigos, los de cerca, los que están contigo y nunca te dejan solo, los amigos que sacan la cara por ti, los que ofrendan su vida entera, de esos, estoy bendito, gracias a Dios. Los pesos no los necesito si tengo amigos.

Ya no puedo seguir pues la pantalla está fallando y no se puede ver claro. Quisiera haber podido decir todo. Lo que me faltó, téngalo por dicho.

Dios lo bendiga. Yo ya lo hice.

Me gustaría conocer su opinión.

Vale la pena.

José Manuel Gómez Porchini.






viernes, 11 de febrero de 2011

Carta a Manlio Fabio Beltrones o cómo otorgar seguridad social a todos, tener ahorro interno y lograr una mejor recaudación.


Señor Senador Manlio Fabio Beltrones: hoy conocí su entrevista en el programa de Carlos Loret de Mola. He recibido tanto enlace a la entrevista como la versión estenográfica de la misma.

Maneja Usted cobrar un 12% de IVA y adicional, un 3%, que Usted llama “de control” que le sería devuelto a quien acredite haber realizado el gasto, debiendo tener un recibo y realizando las gestiones pertinentes. Además, plantea una reducción del ISR del 30 al 25% y eliminar el IETU. Al menos, ya es una propuesta.

Vengo ante Usted y ante los integrantes de la fracción parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional, ante los integrantes de la Cámara y que militan en diversos partidos y por supuesto, ante la opinión pública, a decirle que tengo una propuesta y está a disposición de México.

La explico. Se trata de eliminar IETU, bajar el ISR al 18% o menos y bajar el IVA al 12 por ciento y crear un impuesto nuevo, de 3%, de nombre IMPUESTO DE APORTACIÓN DE SEGURIDAD SOCIAL INDIRECTO, IASSI por sus siglas, que servirá para garantizar, a la totalidad de la población, derecho a servicio y atención médica así como a una pensión.

Por supuesto que se comprenden todos los rubros que maneja la seguridad social, lo que he venido explicando ante Académicos, funcionarios, políticos, universitarios y tengo ya, desde 2004, promoviendo la idea y he publicado múltiples notas en prensa al respecto.

No va a funcionar como lo propone Usted, Senador Beltrones, pues la gente, el grueso de la misma, no va a encontrar aliciente en guardar un montón de papeles, para que al momento de querer convertirlos en su devolución, se tope con trabas. El ISR del 25 sigue siendo muy alto. Que lo paguen al 18% o menos sólo los que perciban, de renta real o utilidad, un millón anual. Los que perciban menos, quedarán exentos. Es más justo gravar el gasto que la producción. No se vale castigar al que genera el dinero, en especial, a los que ganan poco.

Si Usted le explica a la gente que el Gobierno Federal le va a entregar a cada uno de los 107 millones de mexicanos una tarjeta que le servirá para utilizarla en cada operación que realice y que tenga IVA, para que esos 3 puntos se vayan a una cuenta de ahorros a favor del titular, QUE LES SIRVA PARA TENER DERECHO A UNA PENSIÓN Y A SERVICIO MÉDICO, la gente va a tener interés, pues es un programa de lealtad al cliente frecuente que no necesita que el cliente haga nada más que usar la tarjeta.

Como efectos secundarios, colaterales, adicionales a otorgar seguridad social, se va a lograr un ahorro interno como país del orden de más de doscientos mil millones de pesos el primer año; se va a incrementar la recaudación del IVA en cuando menos el 40% que la propia Secretaría de Hacienda reconoce formalmente como fugas por conceptos de evasión y elusión cada año; se va a combatir el comercio informal; se reduce el contrabando y la venta de artículos de comercio informal y muchos beneficios más.

Si las cosas se hacen para lograr un buen propósito las consecuencias son positivas. Si Usted busca lograr un mal, todo lo que suceda alrededor será negativo.

No busque reducir la evasión fiscal instalando más filtros, cada vez más costosos y más fáciles de eludir. Ofrezca un beneficio y los controles, llegarán solos.

Todo esto lo he publicado múltiples ocasiones y lo he hecho llegar a las más altas esferas políticas, industriales, académicas, obreras, sindicales y todo tipo de actores políticos.

Falta sólo una voz que lo haga saber en las más altas esferas y planos de poder, la voluntad política para instrumentarlo y de nuevo, podremos ser pioneros en materia jurídica, social, económica y de atención a nuestra gente.

Ojalá logre atraer su atención.

Vale la pena.

Me gustaría conocer su opinión.

José Manuel Gómez Porchini

Mexicano y además, orgulloso de serlo.



Propuesta:
El Derecho al Ahorro y a la Seguridad Social como Garantías Individuales.

lunes, 7 de febrero de 2011

Los retos de la educación.


LOS RETOS DE LA EDUCACIÓN
 
Introducción
Cada uno de los sucesivos gobiernos en México, ha pensado que con su plan para desarrollar la educación, va a lograr cambiar de fondo la situación y va a hacer que México sea una potencia.

Al menos, es lo que se desprende de la revisión de los programas que en el tema de educación aparecen en la bibliografía oficial en México. De ejemplo, baste ver el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006 de Vicente Fox y el Programa Sectorial 2007-2012 de Felipe Calderón, que por cierto, establece una línea de continuidad en lo general más con cambios en lo particular.

Como efectivamente la educación y sus programas se manejan como cosa pública, es decir, pertenece al sector oficial la rectoría de imponer planes y principios a la educación, ésta se ve acotada por dichos programas, en los niveles básico, medio superior, superior y de educación para la vida y el trabajo, por lo que poco podrá hacer cualquier organismo o institución que pretenda brindar un poco más a los educandos.
 
Actualmente los retos válidos son los que señala el 2007-2012 de Felipe Calderón, del que se destacan los siguientes:
 
1. Calidad de la educación.
2. Oportunidades educativas.
3. Desarrollo de tecnologías.
4. Educación integral.
5. Gestión escolar.
 
 
Todo es perfecto, todo es correcto y todo es maravilloso, si fuera verdad. Sin embargo, la realidad social de México salta a la cara de inmediato para decirnos lo siguiente: Mientras no exista alimento en la mesa del alumno, no podrá desarrollar competencia ni habilidad alguna. Conste, es un problema social, no educativo, que sin embargo incide de manera muy especial en el resultado de los afanes de la educación.
 
Retos actuales de la educación superior.
A fojas 198 del Programa Nacional de Educación (Gobierno de México, 2001) 2001-2006, específicamente en el punto 3.2 Visión de la educación superior a 2025, se encuentran los principales retos de la educación superior, y que a continuación se detallan:
 
  • Ser la palanca impulsora del desarrollo social, de la democracia, de la convivencia multicultural y el desarrollo sustentable del país. Proporcionar elementos para un desarrollo integral y formar profesionales cultos y comprometidos con el país.
 
En el Plan Sectorial (Gobierno de México, 17 de enero de 2008) vigente en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, que aparece en el Diario Oficial de la Federación de 17 de enero de 2008, se establece como reto:
 
  • El México del nuevo milenio demanda que el sistema educativo nacional forme a sus futuros ciudadanos como personas, como seres humanos conscientes, libres, irremplazables, con identidad, razón y dignidad, con derechos y deberes, creadores de valores y de ideales. En la escuela, los alumnos han de encontrar las condiciones adecuadas para el desarrollo pleno de sus capacidades y potencialidades; de su razón y de su sensibilidad artística, de su cuerpo y de su mente; de su formación valoral y social; de su conciencia ciudadana y ecológica.
 
Si tratamos de analizarlos a detalle, podremos comprender que ambos representan el mismo afán de lograr el crecimiento de la patria.
 
Empero, lo cierto es que nuestro país, atraviesa por una crisis multifactorial y sólo aquél que tenga influencias y amistades en los cotos de poder, ya público, ya privado, tendrá esperanzas de un futuro próspero, lo que produce como consecuencia lógica una franca desesperanza en los recién egresados y aún más, entre cientos de profesionistas que con título en mano, con grados de Maestrías y Doctorados, carecen de un empleo ya no muy bien pagado, si no, ni siquiera con la ilusión que ahora maneja la Organización Internacional del Trabajo de lograr “un salario decente”. Debemos recordar que la O.I.T., en su página oficial, http://www.ilo.org/global/Themes/Decentwork/lang--es/index.htm (Trabajo, 2010) ha descrito al trabajo decente en los siguientes términos:
 
  • La OIT y el trabajo decente
  • El trabajo decente resume las aspiraciones de la gente durante su vida laboral. Significa contar con oportunidades de un trabajo que sea productivo y que produzca un ingreso digno, seguridad en el lugar de trabajo y protección social para las familias, mejores perspectivas de desarrollo personal e integración a la sociedad, libertad para que la gente exprese sus opiniones, organización y participación en las decisiones que afectan sus vidas, e igualdad de oportunidad y trato para todas las mujeres y hombres.
Ahora sí, ya ciertos de que la falla no sólo es del sector educativo pues interviene y de manera fundamental, el entorno socioeconómico, habrá de considerarse que muchas veces el egresado universitario sí ha logrado las herramientas necesarias pero no encuentra una oportunidad de empleo digno y decente. Es cuando nuestros jóvenes cambian la escuadra y el compás, el matraz y el microscopio o los textos y el discurso de los abogados, por la fácil salida de sumarse al crimen organizado.

Así lo maneja Eduardo Ibarra Aguirre en su columna Utopía que reproduce Gurú Político http://www.gurupolitico.com/2010/11/utopia-y-sin-embargo-se-mueve-eduardo.html cuando escribe:

  • Queda entonces el margen de los comunicadores que se aparecen en el momento de la acción y de allí obtuve la frase "más vale cinco años de rey que 50 de buey", que mencionó un delincuente, narcotraficante, tranquilo, joven, seguro de sus palabras, sentado, solo, en una camioneta oficial ante las preguntas que le hizo un reportero de la televisión, acompañado de un camarógrafo, un par de minutos antes de que se lo llevaran para iniciar las acusaciones legales en su contra y lo que sería para él un largo periodo en la cárcel”...

No se encontró forma válida de contradecirlo.

Y sin embargo debe seguir pugnándose por que los medios legales de control de la sociedad, tanto formales, que es la aplicación de la ley, como informales, reducidos y tan amplios como la familia, el deporte, la convivencia social y las razones religiosas, han de permear de tal modo que coadyuven a producir hombres y mujeres íntegros, cultos, comprometidos con el país y por supuesto, democráticos, como base de una futura sociedad participativa, que generen una verdadera convivencia multicultural y permitan el desarrollo sustentable de la patria. A eso aspiramos. Eso habremos de lograr.

Retos actuales de la educación media.
Para los que cursan la educación media, el mismo Plan Sectorial del Gobierno del Presidente Calderón ha establecido que los retos principales son: “Lograr que los estudiantes culminen estudios en tiempos previstos. Becas”. Es decir, para los alumnos de nivel medio superior que buscan y necesitan conseguir medios para solventar sus gastos, el estudio muchas veces es sólo una pérdida de tiempo, ya que han visto el reflejo de la realidad en sus casas y con sus amigos que si bien terminan una carrera, no encuentran un puesto de trabajo en la vida real y mucho menos, en el área para la que especializaron. Ven a los doctores como agentes de medicina, a los abogados encargados de la tienda del barrio, a los ingenieros de capataces en la fábrica y muchos ejemplos más. Así… ¿cómo habrán de estimar valioso el tiempo que gastan en la escuela?
 
Además, para la juventud, la vida se va consumiendo en el día a día y quieren ir muchas veces más aprisa que los propios tiempos. La escuela ofrece becas, les paga, íntegro, el costo de la educación, libros y material didáctico incluido. Pero el joven, que frisa los quince a veinte años, también requiere de una vida social. La beca nunca incluye sus gastos personales. Y entonces es insuficiente para las verdaderas necesidades. Y pensar que por falta de numerario, ese joven trunca sus estudios y entra a la vida laboral, sin ser verdaderamente competente para ello. Y hasta ahí acabó el futuro. ¡No es justo!
 
Retos actuales de la educación básica.
En el Programa Sectorial 2007-2012 aparece como eje central de los cambios, la “Transformación de la educación básica”. Ese transformar la educación básica lleva como fin la de imbuir en el alumno la necesidad de ser en el futuro un ciudadano comprometido con su país, socialmente productivo, democrático y con tendencia a la multiculturalidad que ahora priva en el mundo, en suma, una persona capaz de entender y comprender su entorno y buscar los nuevos caminos que la vida le va trazando.
 
Para arribar a esa meta, la transformación de la educación básica, se debe recordar que las escuelas, tanto las oficiales como las privadas, funcionan, para bien o para mal, con recursos económicos y que éstos, no llegan solos. Para las particulares, cuestión de subir cuotas… hasta donde el mercado lo permita. Para las oficiales, implementar programas y acciones de apoyo financiero para ir creciendo. Es cosa de recordar el ridículo aquél del aula inteligente, con multimedia, que no contaba con energía eléctrica.

Es decir, la infraestructura educativa en nuestro país muestra grandes carencias. Las escuelas, aún las mejores, carecen de lo que una de mediana calidad en un país de primer mundo tiene como medidas estándar. Vamos, nuestras escuelas oficiales ni siquiera cuentan con fondos para el pago del conserje. Ese, es a cuenta de los padres de familia, los que luego, se niegan a pagar las cuotas. ¿Y el salario del conserje? He sabido de Directores demandados que pierden su casa por compromisos de la escuela. Y también, por supuesto, de Directores que prefieren ver derrumbarse las instalaciones antes que invertir un céntimo de su bolsillo. ¿Qué es mejor? ¿Cuál es la mejor actitud?

Ahora bien, de manera muy clara, en el texto Programa de Educación Preescolar 2004 que se cita entre los materiales a estudio, aparece a fojas 22 que el Programa está organizado a partir de competencia y lo describe de la siguiente manera:
  • A diferencia de un programa que establece temas generales como contenidos educativos, en torno a los cuales se organiza la enseñanza y se acotan los conocimientos que los alumnos han de adquirir, este programa está centrado en competencias.
  • Una competencia es un conjunto de capacidades que incluye conocimientos, actitudes, habilidades y destrezas que una persona logra mediante procesos de aprendizaje y que se manifiestan en su desempeño en situaciones y contextos diversos.
Lo anterior implica que ir buscando la capacitación en competencias tanto para los docentes como para los nuevos educandos, permitirá ir cambiando la actitud y la cultura de la población mexicana, que vaya creando al ciudadano del futuro capaz de pensar de manera comprometida con su país, con un enfoque democrático y por supuesto, que sean personas cada vez más seguras, autónomas, creativas y participativas, parafraseando lo que en la misma página 22 in-fine aparece.
 
Retos actuales de la educación para la vida y el trabajo.
La Organización Internacional del Trabajo, consciente de la realidad que implica que muchos trabajadores se han visto impedidos a terminar una educación formal en las instituciones establecidas para brindarla, empezó a darse cuenta que los propios empleados de las fábricas contaban con la experiencia y capacitación suficientes para desempeñar y con maestría, las funciones de algún tipo de puesto de trabajo que muchas veces requería, conforme al organigrama de las empresas, de un título profesional para su desempeño. Fue entonces que empezó a darse la certificación laboral como medida para valorar los conocimientos prácticos de la gente en su puesto de trabajo.
 
En nuestro país, la Secretaría del Trabajo y de la Previsión Social tiene estructurado un departamento completo de capacitación y adiestramiento que va acorde con las políticas establecidas en la Ley Federal del Trabajo en vigor y que data de 1970.
 
Sin embargo, a pesar de ser texto vigente y por ende, derecho positivo, en realidad es letra muerta pues las empresas, cuando llegan a proporcionar capacitación o adiestramiento, lo hacen conforme a sus muy particulares intereses, es decir, sin tomar en consideración los parámetros oficiales. Entre las normas a acatar, se encuentra que el capacitador deba estar certificado por la Secretaría del Trabajo, ya como capacitador externo, ya como capacitador interno, pero certificado.
 
Lo que la mayoría de las empresas hacen es brindar, por conducto del empleado que “algo” sabe del tema, la enseñanza a sus compañeros de trabajo pero eso, no es validado ni reconocido por la Secretaría. A la empresa le sirve, pues realmente capacita a sus empleados, pero al empleado no le permite acreditar sus conocimientos ni le sirve fuera del ámbito de la propia empresa.
 
Esas capacidades, esa sabiduría de los temas de la vida en la empresa, es lo que llevó a la OIT a pugnar por lograr que los conocimientos de los obreros pudieran convertirse en algo medible y así nace la certificación laboral ahora tan en boga.
 
De hecho, esa formación profesional aparece en la página http://www.ilo.org/public/spanish/region/ampro/cinterfor/temas/gender/index.htm de la O.I.T. en la que se encuentra el siguiente texto:
 
  • Género, formación y trabajo
  • Las políticas de formación profesional y técnica, en su carácter de punto de encuentro entre el sistema productivo y quienes producen, hombres y mujeres, son una herramienta estratégica y proactiva a favor de la equidad, para el combate a la pobreza y “para aprovechar las oportunidades y mitigar los efectos nocivos de las fuerzas mundiales del cambio".
 
Conclusiones.
Se requiere partir de bases ciertas y ya hemos comentado que los planes y programas en nuestro país, son sexenales. Por ende, si bien la rectoría de la educación ha de ser a cargo del Estado, como garante de sus alcances, también debe buscarse que las políticas no jueguen papel tan veleidoso como cambiar cada seis o menos años, que no se erija al mandatario en turno como la deidad única y sí, por el contrario, se permita la incursión de los académicos en el manejo de la academia. Así de fácil.

Además, que los miembros de la Academia tengan la plena certeza de que sus esfuerzos serán valorados, aquilatados y manejados por sus pares, no por entes sin la capacidad intelectual para juzgarlos pero sí, con el apoyo del gobernante en turno.

Que el Académico sepa que su salario, su ingreso y su permanencia en la academia no obedecerán a los estados de ánimo de un superior mesiánico, que su esfuerzo no habrá de quedar trunco y que podrá dedicarse al estudio e investigación como meta y propósito de vida. Saber, por parte de quienes tienen interés en el progreso de México, que el ir formando niños, jóvenes y adultos en competencias, ya para la educación básica, media, superior o para la vida, es ir forjando mexicanos multiculturales, democráticos, comprometidos, capaces en su desempeño y con un alto sentido de responsabilidad. Que ese sea el esfuerzo y el compromiso. La satisfacción, tener un mejor país.

Esa es la Visión de Laureate International Universities y que ahora se reproduce:

  • “Laureate es una comunidad internacional de universidades que propicia el aprendizaje sin fronteras. Nuestro propósito es ofrecer educación superior con una perspectiva única multi-cultural y preparar a nuestros estudiantes para el éxito en la vida. Creemos firmemente que cuando nuestros estudiantes son exitosos, los países prosperan y las sociedades se benefician” Douglas Becker, Chairman & Executive Officer Laureate Education, Inc.
 
 
 
Bibliografía: 

 
Gobierno de México. (17 de enero de 2008). Plan Sectorial de Educación. México, D.F.: Diario Oficial de la Federación.

 
Gobierno de México. (2001). Programa Nacional de Educación 2001-2006. México, D.F.

 
Trabajo, O. I. (2010, noviembre 28). Organización Internacional del Trabajo. Retrieved noviembre 28, 2010, from http://www.ilo.org/global/Themes/Decentwork/lang--es/index.htm

 

 

 


La amistad como valor.

A los jóvenes de hoy, pareciera ser que alguien, sus padres, la escuela, la sociedad o alguien, ha olvidado enseñarles valores. Dicen los que saben que los valores deben ser inculcados y que sólo así se aprenden. Que no respetan la patria, que no atienden los padres, que no saben de fidelidad y amor y otras cosas como esas. Sin embargo, a fuerza de convivir con jóvenes pues me dedico a ser Maestro, he podido darme cuenta de la importancia que brindan a la amistad como valor.

Un joven cree firmemente en su amigo, se compromete por él, confía en él y es capaz de empeñar su futuro por el amigo. Ahora, que los tiempos han cambiado todos los valores, ha llegado también un cambio a la amistad. Los niños, por definición y siguiendo al Club de Tobi, excluyen a las niñas y éstas, a los niños. Es una situación natural. No son pareja en los juegos ni en las aventuras. Bueno, no eran. Ahora sí, cada vez más la amistad entre seres de diferentes sexos es una realidad.

He visto cómo ofrendan su palabra seguros de la lealtad del amigo o amiga, según sea el caso. Antes, era prácticamente imposible que un varón se quedara a dormir en casa de una señorita pues de inmediato las buenas conciencias empezarían a sufrir, no tanto por los pecados, sí por la tardanza en destilar su veneno.

Ahora, cuando la realidad es que la gente ya no sabe quién es el vecino, cuando las distancias y los tiempos, la situación de hecho y de derecho de la realidad obligan a cambiar paradigmas, lo más normal es que al hacer la fiesta, unos y otras compartan la casa para dormir, pues corren menos riesgos que en la calle.

Ahora y siempre, los compañeros de aventuras, de colonia, de escuela, de universidad y de vida han forjado las más grandes amistades.

Pero ahora, en que las redes sociales cubren ya una gran parte del tiempo de nuestros jóvenes, cuando ya no es necesario conocer a alguien en la vida real para tener amistad con él, la lealtad al amigo que se ha abrazado, al que se le ha estrechado la mano, sigue siendo la más importante. Y reitero, nadie les ha enseñado el valor de la amistad, como tampoco los demás valores.

Y es aquí cuando surge la interrogante: ¿los valores deben enseñarse o sólo cultivarse? ¿Podemos confiar en alguien que sólo hemos visto en la supercarretera de la información llamada también internet?

No existe una respuesta única. No sólo ha de apoyarse al joven a encontrar y descubrir los valores, si no también ha de buscar crear en él la conciencia de que la vida con valores, con hechos apegados a las normas éticas de respeto a la vida, a la integridad, al valor intrínseco de los seres humanos, es el mayor valor.

Que un joven sepa que puede confiar en los demás, tiene ganada una gran parte de la batalla por la vida. Esa confianza proporciona el valor para poder seguir y afrontar los más grandes retos.

Tener un amigo, es una experiencia maravillosa. Poder ser amigo, darse sin limitaciones ni reservas es aún más gratificante. Tender el puente que nos permita conocer a los demás, escuchando sus penas, compartiendo sus gustos y gozando sus victorias, nos da valor para afrontar juntos las derrotas.

Y claro, la amistad nos da valor para volver a levantarnos. Mientras Usted tenga un amigo, no está solo. A veces, el amigo está dentro de Usted y la mano que necesita, al final de su propio brazo. Piense siempre si la falta de amigos es porque Usted no los busca o no los deja acercarse. Piénselo.

Me gustaría conocer su opinión.

Vale la pena.

José Manuel Gómez Porchini.