domingo, 31 de marzo de 2013

LIII Asamblea de la Academia Mexicana de Derecho del Trabajo y de la Previsión Social.




José Manuel Gómez Porchini / México debe salir adelante      

Cada año, desde hace 53, se ha celebrado en los días de la Semana Santa, la Asamblea Anual de la Academia Mexicana de Derecho del Trabajo y de la Previsión Social, que fundara el Mtro. José de Jesús Castorena Zavala, su Presidente por los primeros nueve años. Luego, el Mtro. Guillermo Hori Robaina tomó la estafeta por los siguientes más de cuarenta años y condujo a la Academia por sus mejores estadíos. Hoy y desde hace un año, la preside el Dr. Ángel Guillermo Ruiz Moreno, quien desde Guadalajara, Jalisco, ha venido siendo un referente en lo laboral y también, en la Seguridad Social del país.

Por supuesto, yo apenas conocí la Academia en su edición XXXII, por cierto, celebrada en Saltillo, Coahuila, en 1992. Ahora, veintiún años después, vuelvo a convivir con los Académicos, con los amigos y por supuesto, con los jóvenes que son quienes le dan el valor que tiene.

Y fui también a Tijuana, Guanajuato, Chihuahua, Monterrey, Tampico, San Luis Potosí, Querétaro y muchas asambleas más. He buscado participar pues solamente así puede uno pedir ser tomado en cuenta. Cuando participas, tienes derecho a exigir. Si te apartas, si te niegas a intervenir, nadie podrá hacerlo por ti.

Y acudo y ahora, en Saltillo nuevamente, resulta ser que han cambiado las cosas. Existe una nueva dinámica impuesta por el dirigente, por el Dr. Ruiz Moreno sin que se haya perdido la importancia que para la Academia tiene y seguirá teniendo el Mtro. Hori Robaina. Fueron muchos años de vida y siempre, buscando hacer que el derecho laboral tuviera cada vez un mejor lugar en el firmamento jurídico.

Destaca de esta Asamblea, que la Secretaria del Trabajo de Coahuila es una mujer comprometida con la Academia, que conoce desde siempre su funcionamiento y que tiene la experiencia previa de haber participado en la organización de la anterior. Sabe y conoce el oficio del laboralista y además, maneja con soltura sus relaciones con sindicatos, patrones, cámaras y todos quienes pueden intervenir para que sea un éxito la Asamblea. Felícitas Molina Duque se merece una mención muy especial.

Con ella, vale señalar que el Secretario General de la Universidad, el Mtro. Guillermo González Calderón según su propia confesión, participó en la planeación de la anterior Asamblea en Saltillo, la de 1992 y de nueva cuenta tiene un lugar preponderante.

Podría seguir mencionando a quienes hicieron que tuviera el realce y categoría que le corresponde a la Asamblea, pero… ¿cómo cito aquí a los más de ochocientos participantes? A todos y cada uno de ellos, les envío un abrazo fraternal.

Tuve oportunidad de escuchar con detenimiento las ponencias presentadas, en especial, las de la mesa de seguridad social, que usted ha de recordar es la que más me interesa, por la propuesta que desde 2004 hemos comentado usted y yo. Una alumna de Jalisco hizo el planteamiento del problema, pero no arribó a la conclusión. Tuve oportunidad de platicar con ella.

Me distinguieron los alumnos de Puebla, pues me escucharon con atención. Afortunadamente, también los de Chihuahua, los de Tabasco y otros más. Es un privilegio que los jóvenes lo tomen a uno en cuenta.

Para cerrar, para concluir este pequeño homenaje a la grandeza de la Academia que, en sus Asambleas muestra su poderío y unión, solo le digo a usted, querido lector, así en privado, como para que nadie más se entere, que existen vientos nuevos en la Academia y por ende, nuevas formas. Que a quienes participen activamente, se les tomará en cuenta. Que en nada influyó que el domingo fuera un día soleado, cálido y que luego entró un frente frío que nos hizo, a quienes ya sumamos algunos años, buscar cómo cobijarnos. El lunes y martes, Saltillo mostró su capacidad de tener bajas temperaturas pero no contó, el clima, con la fraternidad, con el calor humano que imperaba y que hizo que lo frío del ambiente fuera un incentivo más para la convivencia.

Me gustaría conocer su opinión. Vale la pena.

domingo, 10 de marzo de 2013

Del IVA a alimentos y medicinas.

José Manuel Gómez Porchini / México debe salir adelante              

Está en proceso de discusión el implementar el cobro de IVA a alimentos y medicinas y eso ha provocado un gran revuelo en la sociedad civil, en los medios de comunicación y por supuesto, en las redes sociales.

Sin embargo, el punto del que se parte es que a las personas en lo individual les va a costar más el medicamento y por supuesto, también los alimentos. Sin embargo es importante tomar en consideración que aproximadamente el ochenta por ciento de los medicamentos que se venden en México, son adquiridos por el sector salud oficial, es decir, es medicamento que se entrega a las personas sin costo.

Luego entonces, el veinte por ciento restante es adquirido por la población abierta, lo que implica que solamente unos cuantos quedan a disposición del público consumidor. Por sus costos, la gente que carece de recursos no los consume y los que tienen de más, no los procuran pues los consiguen de importación o en el extranjero. Por ende, quedan a cargo de la clase media, siempre la más lastimada, el costo de esas medicinas que ahora, ya van a tener IVA.

Ahora sí, estimo que de nueva cuenta se impone hacerle saber a usted, mi querido lector, que el IVA es un impuesto de corte moderno, que grava el consumo y no la producción. Es un impuesto indirecto, que respeta la posibilidad de generar riqueza y cuyo pago abre la posibilidad de que quien lo paga, pueda obtener un provecho para sí mismo.

Trataré de explicarme. Los impuestos y las leyes en general, deben tener como norma ser abstractas, generales, impersonales y varios otros atributos que los expertos dominan. Es decir, no puede ni debe existir una ley dedicada en especial a un sector como tampoco puede crearse un impuesto dedicado a alguien determinado. Sin embargo, las aportaciones de seguridad social rompen ese principio y solo las cubren los patrones que tengan trabajadores a su cargo y también, tienen nombre y apellido definido, pues los cargos no son abstractos ya que se toman en consideración el número y demás características de cada uno de los empleados del patrón.

Por eso, existe la propuesta que del IVA se tome el equivalente de tres puntos a favor de cada uno que realice una operación y en consecuencia, se vayan creando fondos para garantizar la seguridad social de todos y cada uno de los pobladores del país.

Los sistemas de seguridad social que existen exigen tener una relación laboral formal y además, para lograr una pensión, cumplir los requisitos del sistema. Ahora, se propone crear una nueva forma, un nuevo sistema de seguridad social que permita que todos y cada uno de los habitantes de un país, México sería el primero, puedan tener acceso a los beneficios de la seguridad social que ha contemplado como derechos humanos inclusive la Organización Internacional del Trabajo sin poder explicar la forma o en mecanismo para lograrlo.

Y es tan fácil. Que el gobierno federal otorgue a cada uno de los habitantes del país una tarjeta ligada al CURP que pueda utilizarse en cada operación gravada con IVA, de tal manera que el equivalente a tres puntos de IVA se depositen en la cuenta del titular de manera que se vaya formando un verdadero patrimonio a favor del titular, del que podrá disponer para cubrir su servicio médico y a futuro, el costo de su pensión.

En ese momento, cuando cada compra realizada permita a las personas obtener un porcentaje en su favor habrá más de cien millones de inspectores fiscales.

Las empresas podrán disponer de esos puntos en su favor para pagar impuestos, lo que hará que la recaudación a favor del gobierno sea más tersa, más suave y no, con la agresividad que existe actualmente.

Cuando sea el gobierno el que adquiera bienes y servicios, los puntos a su favor serán para garantizar la seguridad social de quienes nunca compran, de los que ya tienen la edad y no han acumulado fondos y también, para cubrir las pensiones que se encuentran pendientes. De esa manera, estaríamos sacando de la pobreza extrema a los adultos mayores que en la actualidad carecen de derechos y que si algo perciben, es a título de regalo o dádiva graciosa, que tanto los ofende a ellos como lastima a quien lo otorga.

Está ya diseñado, ya está estructurado y planteado. Aparece en mi blog y está a sus órdenes.

De esa manera, el IVA que se pague en alimentos y medicinas dejará un beneficio en cada uno de quienes lo pagamos. Piénselo.

Vale la pena. Me gustaría conocer su opinión.

domingo, 3 de marzo de 2013

De la ética y otros problemas



José Manuel Gómez Porchini / México debe salir adelante              

Hoy terminé un curso con un excelente grupo que son directivos y encargados de recursos humanos de una empresa muy importante. Empezaron distantes, formales y serios, como queriendo saber si tenía algo que decir que valiera la pena. Sin embargo, en poco rato empezaron a cuestionar y luego, hubo momentos en que había más preguntas que posibilidades de responder, pues no bien empezaba a hablar de un tema, cuando ya me estaban llevando a otro distinto. Se trataba de cuestiones laborales y algo he logrado aprender con los años, que son el mejor maestro que existe, así que fui sorteando todos los cuestionamientos. 

De pronto, tocamos cuestiones que si bien aparecen en la ley y son válidas, son moralmente cuestionables, pues la ética, la moral, el sentido de responsabilidad y otros temas que parecen olvidados y arcaicos, prohíben actuar como dice la norma, a pesar de que ésta permita tal o cual conducta. 

En el momento en que entramos en puntos finos, en la diferencia entre el ser y el deber ser, cuando lo que estaba en juego era más que dinero, pues a quien atienden es a personas, a seres humanos con problemas y necesidades, vamos, al obrero común cuya única fuente de ingresos es el patrón, me gustó y mucho que de ellos mismos surgiera la pregunta: oiga, ¿eso es aceptable?, ¿se puede hacer? Aquí en la empresa lo hacemos de tal o cual modo, cuidando los intereses del obrero. 

Debí empezar mi nota diciendo que al presentarme los encargados de hacerlo ante quienes tomarían el curso, lo primero que explicaron fueron las medidas de seguridad, las salidas de emergencia, el punto de reunión y todo lo relativo a seguridad. Recordé los tiempos en que en la empresa nos brindaban mucha capacitación al respecto y me gustó esa actitud. 

Por eso, cuando empezó el curso y fuimos abordando temas delicados en materia laboral, en los que existe la posibilidad de actuar de manera que, la ley lo permite pero la ética y la responsabilidad social empresarial lo prohíben, los participantes me fueron diciendo que ahí, en su empresa, las cosas se hacen bien, tomando siempre en primer lugar el valor de la gente como seres humanos y luego, lo que el negocio requiere para obtener utilidad. 

Créame, aprendí muchas cosas y comentamos mucho más. Poder discutir con gente con conocimiento de causa si las vacaciones y las incapacidades deben ser de tal o cual modo, si es válido hacer lo que dice la norma, cuando ésta es ambigua, es un privilegio que hoy comparto con ustedes. 

Una empresa que tiene más de cinco mil empleados y a pesar de ello, toma en cuenta los problemas personales de cada uno, definitivamente que es una empresa con sentido humano, a pesar de que no lo tengan como slogan o bandera publicitaria. 

Obvio, como he tenido oportunidad de conocer la forma en que otras empresas manejan temas como la integración o la forma de pago del salario, pude comentarles con detalle por qué la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha declarado inconstitucional algunos métodos de pago que son deleznables, lo que a ellos les sorprendió y me dieron sus razones para actuar como lo hacen. 

Entre otras, pude saber que son empleados con trayectorias de veinte o más años, lo que quiere decir que la empresa como patrón es buena y le permite a la gente crecer como personas. Si el patrón no fuera bueno, su rotación de personal sería mucho más alta. Es decir, tienen la lealtad del empleado y del obrero precisamente por su alta calidad moral. Y fue cuando hablamos de la ética en los negocios como la forma de trabajar apegados a un recto proceder y cómo, cuando se actúa de buena fe, el resultado es mejor y además, es satisfactorio. 

Una empresa, para ser rentable, no necesariamente tiene que ser despiadada con sus trabajadores. Se requiere imaginación para lograr más con menos, para obtener beneficios cuando otros solamente pueden ver los problemas, sin saber que las áreas de oportunidad son precisamente el detonador de nuevas ideas y nuevas formas de hacer las cosas y en el caso que se comenta, de hacerlo bien. 

De ahí que yo pueda afirmar: la ética en los negocios y en la vida tiene como resultado la satisfacción del deber cumplido y además, sosiego en el espíritu. Ojalá México tuviera muchas empresas como la del comentario.

Vale la pena. Me gustaría conocer su opinión.