miércoles, 13 de mayo de 2009

Mauricio Fernández Garza.

Ervey Cuéllar Adame, Abogado de los que le dan lustre, prestigio y categoría a la profesión, catedrático universitario y además, preocupado por los asuntos de todos, me ha distinguido con su amistad y me invita, siempre, a las reuniones de Vertebra, A.C., el Organismo que preside y que implica una entrega maravillosa en bien de la sociedad toda.

Hoy no fue la excepción. Me envió un mensaje, de esos “email” que ahora se usan, me hablaron por teléfono, me reiteraron la invitación y tuve oportunidad de asistir a la reunión del viernes ocho de mayo de 2009.

El orador invitado era Mauricio Fernández Garza, neoleonés por todos los costados, aguerrido y firme en sus convicciones, franco, tal vez de más, pero si, bien intencionado.

Y empezó el evento. Entraron los meseros a servir el desayuno al mismo tiempo que Ervey presentaba, como si necesitara presentación, al orador invitado, por cierto, diciendo que hacía uso del micrófono antes de que lo tomara el orador invitado, que una vez que lo tuvo en su poder, ya no lo soltó.

¿Estarían de acuerdo en que los operara un mecánico o un plomero? Fue la pregunta con la que inició su disertación Mauricio.

Por supuesto, la respuesta es no, lo que se dijo al unísono por los presentes.

Y de ahí empezó. Si no están de acuerdo en que los opere un plomero o un mecánico, oficios respetables pero diversos al del cirujano, entonces ¿cómo van a estar de acuerdo en que administre su ciudad un neófito en la materia?

Esa pregunta lleva mucha jiribilla, dirían los que saben de eso.

Empezó a promocionarse, al cabo eso es lo que es una campaña política y habló de su preparación como Master en Administración, como experto en finanzas, como ya con experiencia como alcalde, así como sus múltiples cargos en la Industria Privada Regiomontana. Y contó anécdotas y trajo a la actualidad, de la memoria de los presentes, hechos ya pasados pero que vale la pena recordar, por lo que implican.

Y sobre todo, trazó un plan toral de tres puntos para el caso de que llegase a ganar la alcaldía de San Pedro, de lo que por cierto, dijo sentirse seguro.

Enfoca Mauricio sus baterías a tres ejes:

1.- Asunto vial; 2.- Cuestión social, y: 3.- Seguridad Pública.

Aclaró que el orden es contrario a la forma en que los expresó.

Empieza por mencionar las vialidades y sus problemas, para continuar diciendo que no se puede soportar que San Pedro, La Joya de la Corona, se convierta en un Municipio que sirva para el tránsito de unidades pesadas, mencionando que sí deben adecuarse las vialidades, pero sólo para hacer que sean más eficientes, no para un uso indiscriminado. Y ahí entronca la cuestión social. Que no es válido que convivan los más ricos de la república al lado de algunos de los más desprotegidos y menos favorecidos del sistema.

Que lo que haya que darles, que lo que haya que hacerse, habrá que hacerlo, con tal de evitar el día de mañana, un problema mayor. Que necesitan parques, calles, servicios municipales y para brindárselos, necesitan regularizar la tenencia de la tierra. Es un todo que se va engarzando solo.

Y obvio, concluye con el problema de la delincuencia. Que las patrullitas ya no sirven, que están obsoletas, que los sistemas se quedaron atrás, que no es posible que San Pedro Garza García, el municipio que es ejemplo de lo que deben ser los municipios en América Latina, esté muy lejos de lo que se considera moderno.

Y ahí fue donde comentó que los asuntos delictivos, incluidos narcotráfico y demás, no deben ser sólo prioridad del gobierno federal. Que las diversas instancias de gobierno, léase estadual y municipal, también deben ser corresponsables de su atención.

Pero lo que más llamó la atención de los presentes, fue cuando dijo que no quería el cargo para gobernar, pues hizo ver la diferencia entre gobernar, es decir, actuar de un modo autoritario, y disfrutar de una gobernabilidad, entendiéndose por esto, la intervención de los ciudadanos en los asuntos de gobierno, vamos, la casa abierta para que los propios vecinos estén enterados de lo que se está haciendo en su ciudad.

Y, creo que vale la pena poner atención en su dicho.

No es lo mismo pensar que se le llama Palacio Municipal al edificio medio en ruinas que alberga los poderes del ayuntamiento, por que sea un verdadero Palacio, en toda la extensión de la palabra, a llamarlo así porque en su interior se encuentra un reyezuelo, de esos que pierden todo contacto con la realidad desde el día que saben que cuentan con un presupuesto que al parecer, no es supervisado por nadie.

Cuidado, no es lo mismo.

Y Mauricio Fernández Garza al parecer quiere ser un buen vecino, quiere gobernar para todos y con todos, quiere dejar huella.

Y eso es lo rescatable.

Que los demás candidatos, de los demás municipios, aprendan y entiendan que no es lo mismo servir que servirse, que no es lo mismo buscar el poder para servir, que buscarlo por el propio poder, es decir, para obtener prebendas, canonjías y beneficios, que el día de mañana los hacen agachar la cara ante la sociedad, que al fin de cuentas, es la que pasa la factura del resultado de nuestros gobernantes.

Me gustaría conocer su opinión.

Vale la pena.

José Manuel Gómez Porchini.

Comentarios: jmgomezporchini@gmail.com
www.mexicodebesaliradelante.blogspot.com/


Monterrey, N.L., mayo de 2009.

2 comentarios:

  1. Estimado Licenciado, Amigo, Compadre, creo que Mauricio, desde los primeros minutos que asumio el cargo de Presidente Municipal, se le olvido, que habia gente como tu, que creia en el y sus propuestas de campaña, solo le bastaron diez minutos de discurso, para enseñar el cobre y ser verguenza nacional de ese estado, no es lo mismo ser presidente municipal de oposición, que del partido en la Presidencia de la República, afectando de paso a ese municipio tan noble y trabajador.
    "NO ES LO MISMO BIEN DICHO, QUE BIEN HECHO, SOBRE TODO SI NO SE APEGA A DERECHO"

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  2. Mi muy querido Compadre:

    Antes que todo, está la función de tratar de dejar plasmado lo que sucede, lo que veo, lo que siento y he tratado de ser objetivo.
    Tuve oportunidad de ver las propuestas de Mauricio y del candidato del P.R.I. Por cierto, ambos excelentes candidatos. Pero es muy distinto ser candidato a ser gobernante.

    Y conste: yo dije:

    "El orador invitado era Mauricio Fernández Garza, neoleonés por todos los costados, aguerrido y firme en sus convicciones, franco, tal vez de más, pero si, bien intencionado".

    Tal vez uno de los problemas de Mauricio sea ser franco de más. No es lo mismo gobernar que tratar de quedar bien.

    Un abrazo y estamos pendientes. Te invito un café a la brevedad posible.

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