sábado, 16 de mayo de 2009

El Acoso Laboral

Hace unos días recibí de una persona que no identifico un mensaje de correo electrónico en el que me pide me refiera al mobbing o acoso laboral.

Me explicó la forma en que ha venido siendo maltratada por sus compañeros de oficina y más aún, por sus superiores.

Y sí, en su texto se aprecia un dolor muy grande por la forma en que se conducen con ella y además, se advierte que guarda un rencor enorme a los directivos de la empresa que le ha permitido alimentar a su familia por algún tiempo.

Veo muchas cosas al respecto.

Si bien, por un lado tenemos el caso de aquellos en los que realmente el patrón o sus representantes acosan, que significa "hostigar, asediar, no dejar ni a sol ni a sombra", tanto a varones como a damitas, también es cierto que muchas veces nuestra actitud es el origen de lo que nos sucede.

Me piden también, que investigue si está regulado en la Ley Federal del Trabajo (LFT), si existe algo al respecto.

Me encontré lo siguiente:

"Artículo 132. Son obligaciones de los patrones:
VI. Guardar a los trabajadores la debida consideración, absteniéndose de mal trato de palabra o de obra";

y también,
"Artículo 135. Queda prohibido a los trabajadores:
X. Hacer cualquier clase de propaganda en las horas de trabajo, dentro del establecimiento."

Es decir, le está vedado al patrón hacer uso de mal trato de palabra o de obra en contra del trabajador y a éste, realizar cualquier clase de propaganda dentro del establecimiento.

Y ahí es donde creo que está el quid del asunto.

Existe un anuncio televisivo en el que la madre de familia se expresa con regocijo porque logró llevar a su familia de vacaciones, "sólo por haber llevado el catálogo de determinados productos a la oficina en que labora", es decir, les sugieren a los trabajadores que utilicen su tiempo dentro de la empresa que les paga por trabajar, en la difusión de los contenidos de otra empresa diversa.

Aquél que acepta desarrollar un puesto de trabajo, está aceptando las condiciones del patrón, que siempre habrán de ser en los límites de lo que establece la fracción VI del artículo 132 de la LFT.

Primero, el obrero o empleado deberá analizarse a sí mismo para descubrir si está o no dando motivos de que sus superiores le llamen la atención, lo que no necesariamente ha de ser porque "le traen ganas", pues podría ser por no cubrir las expectativas del empleador.

Pero también cabe la posibilidad de que el patrón o sus representantes quieran el puesto para algún favorito, que hayan decidido despedir, "por sus pistolas" al trabajador que nos ocupa o simplemente, que siguiendo una forma de vida muy común, más de lo que se piensa, desea favores sexuales de aquella persona, no necesariamente mujer, lo que trae como consecuencia obligar a alguien a hacer algo que no quiere o bien, obligarlo a renunciar.

Ahí es cuando tenemos lo que los expertos han denominado mobbing o acoso laboral.

El primero en designarlo con ese nombre fue el doctor Heinz Leymann, psicólogo industrial y pionero en identificar este fenómeno en Europa, Japón y Australia, donde estudió casos por más de 20 años en los 80.

Las actividades del acoso laboral se clasifican de la siguiente manera:

1. Limitar los canales de comunicación. El superior restringe al afectado la posibilidad de defender su postura cuando se discute algún conflicto y se le cambia de oficina para separarlo de sus compañeros más cercanos. Incluso, se obliga al resto del personal a no dirigirle la palabra.

2. Desacreditar su capacidad profesional y laboral. Obligarlo a realizar tareas que vayan en contra de su voluntad, juzgar negativamente su desempeño en la empresa, entregarle trabajo en exceso, difícil o imposible de realizar y ocultarle las herramientas necesarias para desenvolverse.

3. Desprestigiar a la persona frente a los demás. Críticas constantes a su forma de vida, imitar gestos u otras cualidades propias de esta persona a manera de burla, sus propuestas son rechazadas y se le considera responsable de los errores cometidos por los demás.

4. Agresión física. Aunque no se presentan golpes, existen gritos, insultos y amenazas. Sólo se tiene documentado que Suecia y Francia cuentan con leyes que castigan el mobbing.

La clasificación anterior aparece en tantas páginas electrónicas que sólo con tener la curiosidad por localizar la información, la encuentra.

Ahora bien, ¿qué es lo que mueve al patrón o su representante a hostigar o acosar a un trabajador?

Cuando la empresa tiene un dueño cierto, es decir, cuando es de un particular y por ende es una empresa de mediano tamaño, normalmente quien la ha hecho crecer es una persona con un alto grado de responsabilidad de su función como empresario y por ende, se aparta de este tipo de prácticas.

Además, no permite que sus subalternos cometan ese tipo de actos. En los raros casos en que se llegan a dar, por supuesto que existe una sanción, tanto del patrón como de la misma sociedad.

Eso sucede en empresas y pueblos chicos o medianos.

Cuando la empresa se pierde en la bruma de la falta de identidad, cuando nadie sabe para quien trabaja, pues hoy son empleados de una firma y mañana, derivado de fusiones, compras, quiebras y demás figuras mercantiles, van mutando sus propietarios, sus patrones, hasta no saber de quien dependen, es tanto el temor de perder el empleo de los jefes, que acosan a sus subalternos, pues ellos son el riesgo real de ser reemplazados. De hecho, les dicen que se aguanten, pues el trabajo que hoy desempeñan, mañana habrá quien lo haga mejor y a mitad de precio.

Es importante mencionar que el patrón, esa figura inasible, sin rostro, que dicta las órdenes, no tiene idea de lo que sucede en la empresa y el inferior, siempre busca la forma de meter una zancadilla al jefe inmediato, para ocupar su puesto.

Y en la jungla de concreto, eso es válido. No es moral.

Y entonces el que quiere guardar un prurito de moral, de decencia, de buenas costumbres, no encaja en esa jungla y por supuesto, se va a sentir acosado, tanto por superiores como por subalternos, trayendo como consecuencia que el ambiente laboral se deteriore mucho más de lo que debería ser, causando además, graves problemas de salud, tanto física como mental.

Sin embargo, el mayor problema lo encontramos cuando la empresa o patrón no tiene rostro cierto o más bien, cuando todos somos dueños. Me refiero a los casos en que el patrón es el gobierno, ese ente jurídico sin rostro que se renueva cada tres o seis años.

En los casos en que los empleados son parte del gobierno, están ciertos que ya alcanzaron una estabilidad laboral que les permitirá, en un futuro más o menos lejano, alcanzar una jubilación.

¡Qué bueno! Sin embargo, los jefes, esos que ocupan puestos por sólo una temporada, traen a sus subalternos que como están ciertos que no van a hacer huesos viejos en el puesto, buscan la forma de medrar con el encargo que se les ha brindado. Y buscan la forma de obtener todo lo posible del empleado, que se ha defendido por muchos años de los distintos jefes que le ha tocado sortear.

En el gobierno, léase federal, estatal o municipal o más aún, de organismos públicos descentralizados o de diversos poderes, como lo son el Legislativo y el Judicial, la situación parece cada día ir de mal en peor.

Sin importar que el empleado sea del aparato legislativo o que sea de los que imparten justicia, están expuestos a sufrir ese acoso que crispa los nervios, que destruye la confianza en sí mismo y que termina por degradar al hombre, al obligarlo a aceptar lo que le es propuesto o las burlas y sátiras a que se enfrenta.

Claro, el día de mañana que logra colocarse en un puesto, un escalón por encima de sus compañeros, ese día a él le corresponde ser el acosador, pues es una costumbre y una forma de vida que ya aprendió.

Creo que el servicio civil de carrera, el promocionar al más apto, no al más antiguo, el permitir que los tribunales de honor y justicia dentro de las propias dependencias funcionen a plenitud, podrá ayudar a crear conciencia de que podemos cambiar.

Estimo que si a nuestros empleados, pues al ser servidores públicos se pagan con nuestros impuestos, se les permite crecer como personas, habremos de tener cada día mejores funcionarios y empleados.

Creo que vale la pena intentarlo.

Me gustaría conocer su opinión.

Vale la pena.

Nota publicada en el Número 188 de la Revista Forum en el enlace:

http://www.forumenlinea.com/articulos/articulo19.html

18 comentarios:

  1. Grandioso comentario Lic. Porchini, ojala lo pudieran ver, muchos empresario y que sean mas cuidadosos en esos aspectos.

    Saludos.
    Alvaro

    ResponderEliminar
  2. Que gran aporte Lic. Porchini, lo felicito, ojala pudieran verlo muchos empresarios, para que tomen medidas correctas.

    Saludos

    Alvaro Hernandez.
    Tapachula

    ResponderEliminar
  3. Álvaro:

    Gracias, muchas gracias por sus comentarios.

    Quedo a sus órdenes.

    José Manuel Gómez Porchini

    ResponderEliminar
  4. Como simpre estimado Lic. José Manue, comentarios, acertados, en verdad es un gusto conocer a personas, que se preocupan y ocupan, sino por resolver los problemas, por lo menos asesorar de manera desinteresada, como lo hace estimado amigo y profesor, felcidades por el dia del maestro, aun que un poco tarde, pero mis más sinceras felicidades

    ResponderEliminar
  5. Gracias, muchas gracias por sus felicitaciones y sus palabras.

    Son lo que me permite seguir adelante.

    Quedo a sus órdenes.

    José Manuel

    ResponderEliminar
  6. Se siente uno destruida nada sirve todo esta mal llega un punto que le informan y amenazan que me despediran de manera grosera despota sin fundamento señalan solo amguismo sus amigas son las unica buenas trabajadoras, ahora me despierto por las madrugadas pensando en el trabajo y llorando por la injusticia no se que hacer esto me sucedio la semana pasada no aguante y me fui del trabajo un año y 3 meses de horas extras y trabajar el martes de 9 am y 9pm porque tenia trabajo sin salida a comer no es justo.Banco bancomer que clase de gerente tiene a su cargo para presionar asi a un promogesto de una cadena departamental llamada walmart?
    porque lo contrato a el sin bases sin valores morales princpios etica nada y sin ser profesionista los hay sin estudios y son mejores que el .

    ResponderEliminar
  7. Me gusta mucho mucho su comentario y tiene razon de la poca experiencia que llevo en el campo laboral es cierto que el acoso depende mucho de la actitud del acosado, la falta de informacion y el miedo de perder su empleo lo hace presa facil de sus jefes y compañeros de trabajo

    ResponderEliminar
  8. Su comentario es excelente, no logro entender el porque las autoridades laborales lo permiten , esta situación la estan viviendo 4 docentes en el Campus IX Arriaga de la Universidad Autonoma de Chiapas.

    ResponderEliminar
  9. LE AGRADECEMOS SOY COMENTARIO, YA QUE ALGUNOS NOS VEMOS EN ESA SITUACION, GRACIAS POR LA ORIENTACION DES-INTERESADA.
    UNA DUDA PODRIA, YO PONER MI QUEJA EN LA JUNTA LOCAL DE CONCILIACION?? Ó DIRECTAMENTE A SECRETARIADE TRABAJO Y PREVICION SOCIAL.??
    le agradeceria su opinion: nspicie@gmail.com

    ResponderEliminar
  10. Yo también estoy viviendo este tipo de acoso en mi lugar de trabajo, solo Dios sabe como he resistido durante estos cinco años que llevo en esta situación, he sido difamada, humillada y perjudicada en mi salario de la noche a la mañana y mediante trucos legales mi salario se redujo a dos mil pesos mensuales sin que hasta el momento ninguna autoridad de la empresa haya hecho nada a pesar de las evidencias claras de injusticia, solamente me dan largas y excusas sin sentido, y lo peor de todo es que trabajo en una institución educativa donde todos somos profesionales supuestamente con "dignidad" y "calidad humana". No se que consecuencias traiga esta publicación porque el acoso sigue como un vicio que no pueden evitar, es necesario que se sepa finalmente el daño ya esta hecho y lo que pudo ser una carrera exitosa se vino abajo gracias a que las mismas autoridades lo permitieron.

    ResponderEliminar
  11. Si en algo les puedo servir como abogado, estoy a sus órdenes.
    Vía correo electrónico: jmgomezporchini@gmail.com y con gusto atiendo cada una de sus inquietudes.
    José Manuel

    ResponderEliminar
  12. A mi me despidieron de mi trabajo gracias a las gestiones de mi supervisor. Hice una pagina web precisamente que habla del acoso laboral. Espero les sea útil a aquellos que pasan por esta situación.

    http://sites.google.com/site/acosolaboralmexico/

    ResponderEliminar
  13. GUAU. ME ENCANTA ENCONTRARME CON PERSONAS QUE LES INTERESA VERDADERAMENTE EL TEMA DEL ACOSO LABORAL. CREO QUE A MUCHOS DIRECTA O INDIRECTAMENTE NOS HA PASADO ALGO SIMILAR. POR ESO LO HE ESCOJIDO COMO TEMA PARA MI TESIS DE TITULACION COMO ABOGADA EL PROXIMO AÑO. GRACIAS POR DARLE ESA IMPORTANCIA. LASTIMA QUE NUESTROS LEGISLADORES NO HACEN LO MISMO

    ResponderEliminar
  14. Gracias!! Muchas gracias por su comentario y por supuesto, quedo a sus órdenes.

    José Manuel

    ResponderEliminar
  15. una pregunta, de acuerdo a la ley federal del trabajo ¿puedes seguir a tus trabajadores en horas de trabajo? en la empresa que trabajo contrataron a una persona de "seguridad" pero varios compañeros se han dado cuenta de que los sigue en su coche... ¿esto se permite?
    gracias

    ResponderEliminar
  16. Hola!

    En mi opinión, el patrón es libre de hacer con su dinero lo que quiera, entre ello, ponerle un "guardia" o "supervisor" a cada uno de sus trabajadores, pero qué infierno debe ser trabajar donde no tiene confianza el patrón en sus empleados. Y tal vez sí podría considerarse como acoso, dependiendo el tipo de lugares a donde deba ir el trabajador.

    De hecho, que les pongan "código de barras" en las tiendas para registrar la hora en que llegan y la hora en que se van, es una forma de control muy triste.

    Saludos!!

    José Manuel Gómez P.

    ResponderEliminar
  17. se menciona acoso laboral por parte de un superior a un empleado, y que hay del caso en que un trabajador desprestijia el trabajo de un superior,que lo deja en tela de juicio sin prueba alguna. como se le puede llamar.

    ResponderEliminar
  18. Hola!!

    Buena, muy buena pregunta. Voy a buscar antecedentes, pues no sé cómo contestar.

    En unos días más le doy respuesta.

    Gracias por su comentario!!

    José Manuel Gómez Porchini

    ResponderEliminar