Hace unos días, recibí en mi máquina un mensaje de correo electrónico de una muy querida amiga, en la que me urgía me diera de alta como “amigos” en la página de nosequién, de esas que anuncian que te roban la identidad y te hacen proclives a un secuestro.
Le contesté y le dije que sí soy su amigo, pero que no le sé a esas páginas.
Según yo, como he llevado varios cursos de informática y computación, sé mucho de esto, pero lo cierto es que a la primera de cambios y cuando se “traba” la máquina o no me hace caso, voy corriendo con mis hijos o con mis sobrinos, los de secundaria o primaria, total, da igual, todos saben más que yo.
Y cuesta mucho trabajo reconocerlo pero es cierto.
No le entiendo a la máquina ésta, por más esfuerzos que hago.
Si le aplano para centrar, graba. Si quiero grabar, borra. Si la orden es para que cambie el tipo de letra, imprime o algo así.
Claro, si la cuestión es un poco más complicada, ni hablar.
Y creo que existe una razón para ello.
Los mayores que yo, los que ya exceden de 50 y más, crecieron sin haber visto jamás una cosa de éstas y en su inmensa mayoría están exentos de acreditar que saben usar las computadoras. Vamos, hasta les molesta que los tuteen los cajeros y los programas y por eso no se acercan a las computadoras.
Los menores que yo, que crecieron con ataris, tetris y otros jueguitos, que aprendieron con calculadoras y demás aparatos modernos, no batallan.
Pero mi generación, los de los modelitos nacidos a fines de los 50’ no tenemos excusa alguna que nos permita obviar el manejo de las computadoras.
Vamos. Aprendimos que se llaman computadoras y ahora son “laptop”, “desktop”, “notebook”, mini’s, periféricos, servidores y otros nombres igual de absurdos y extraños. Nosotros revisábamos el correo y estos “checan su mail”. De hecho, uno de mis mejores amigos me manda correos pero no les escribe nada, al cabo nadie los lee. Sólo anota la dirección electrónica y lo manda. Así sabemos sus amigos que está vivo y actuando.
Sin embargo, a pesar de todas las quejas y todos los desaguisados en que podemos incurrir, no nos queda más que reconocer que las maquinitas éstas sí funcionan, sí tienen utilidad práctica y sí se pueden manejar, a pesar de todos los pesares.
Ahora debo entrar a una mayor modernidad. Para estar a tono con el nivel académico que exigen en muchas escuelas, debo hacer presentaciones en “power point”, con enlaces a “blogs” y además, con accesos “virtuales”, que se puedan ver desde un puerto remoto.
Leí hace unos días que ya se dijo que las especies que triunfan y sobreviven no son las más fuertes ni las más inteligentes, si no las que mejor se adaptan al cambio.
Ahora nos corresponde, a esa generación perdida que responde mis mensajes en textos que parecen grabados con cincel y martillo, adaptarnos a las nuevas tecnologías, también, estar al día, demostrar que tenemos la capacidad de adaptarnos y por ende, que somos capaces de sobrevivir.
No vaya a ser como aquél otro que me dice que sólo usa el teléfono convencional porque no ha aprendido a “moverle” a los celulares, que por cierto, yo sólo uso para hablar por teléfono y mandar mensajitos, si bien el que me compraron tiene cámara y no sé qué monerías más, que no sé usar.
Tan fácil que era la vida cuando las máquinas de escribir tenían el teclado en tercera dimensión, que había que hacer fuerza para que te obedecieran las letras y no tenía más que el movimiento del carro para adelante y para atrás.
Ahora, ¿Qué quieren que les diga? Las laptop sirven hasta para ver películas. No le diga a nadie, no lo platique, pero creo que tienen complejo de televisiones.
Para estar a tono y demostrar que soy muy moderno, ya tengo mi propio blog, que utiliza el mismo nombre de mis colaboraciones: MÉXICO DEBE SALIR ADELANTE, pero parece escrito con errores de ortografía, sin mayúsculas ni acentos ni separaciones y además, con el punto com al final. http://www.mexicodebesaliradelante.blogspot.com/
Ojalá algún día pueda entrar Usted a verlo. Aprovecho este mensaje para ponerlo a sus órdenes.
Me gustaría conocer su opinión.
Vale la pena.
José Manuel Gómez Porchini.
Comentarios: jmgomezporchini@gmail.com
www.mexicodebesaliradelante.blogspot.com/
Le contesté y le dije que sí soy su amigo, pero que no le sé a esas páginas.
Según yo, como he llevado varios cursos de informática y computación, sé mucho de esto, pero lo cierto es que a la primera de cambios y cuando se “traba” la máquina o no me hace caso, voy corriendo con mis hijos o con mis sobrinos, los de secundaria o primaria, total, da igual, todos saben más que yo.
Y cuesta mucho trabajo reconocerlo pero es cierto.
No le entiendo a la máquina ésta, por más esfuerzos que hago.
Si le aplano para centrar, graba. Si quiero grabar, borra. Si la orden es para que cambie el tipo de letra, imprime o algo así.
Claro, si la cuestión es un poco más complicada, ni hablar.
Y creo que existe una razón para ello.
Los mayores que yo, los que ya exceden de 50 y más, crecieron sin haber visto jamás una cosa de éstas y en su inmensa mayoría están exentos de acreditar que saben usar las computadoras. Vamos, hasta les molesta que los tuteen los cajeros y los programas y por eso no se acercan a las computadoras.
Los menores que yo, que crecieron con ataris, tetris y otros jueguitos, que aprendieron con calculadoras y demás aparatos modernos, no batallan.
Pero mi generación, los de los modelitos nacidos a fines de los 50’ no tenemos excusa alguna que nos permita obviar el manejo de las computadoras.
Vamos. Aprendimos que se llaman computadoras y ahora son “laptop”, “desktop”, “notebook”, mini’s, periféricos, servidores y otros nombres igual de absurdos y extraños. Nosotros revisábamos el correo y estos “checan su mail”. De hecho, uno de mis mejores amigos me manda correos pero no les escribe nada, al cabo nadie los lee. Sólo anota la dirección electrónica y lo manda. Así sabemos sus amigos que está vivo y actuando.
Sin embargo, a pesar de todas las quejas y todos los desaguisados en que podemos incurrir, no nos queda más que reconocer que las maquinitas éstas sí funcionan, sí tienen utilidad práctica y sí se pueden manejar, a pesar de todos los pesares.
Ahora debo entrar a una mayor modernidad. Para estar a tono con el nivel académico que exigen en muchas escuelas, debo hacer presentaciones en “power point”, con enlaces a “blogs” y además, con accesos “virtuales”, que se puedan ver desde un puerto remoto.
Leí hace unos días que ya se dijo que las especies que triunfan y sobreviven no son las más fuertes ni las más inteligentes, si no las que mejor se adaptan al cambio.
Ahora nos corresponde, a esa generación perdida que responde mis mensajes en textos que parecen grabados con cincel y martillo, adaptarnos a las nuevas tecnologías, también, estar al día, demostrar que tenemos la capacidad de adaptarnos y por ende, que somos capaces de sobrevivir.
No vaya a ser como aquél otro que me dice que sólo usa el teléfono convencional porque no ha aprendido a “moverle” a los celulares, que por cierto, yo sólo uso para hablar por teléfono y mandar mensajitos, si bien el que me compraron tiene cámara y no sé qué monerías más, que no sé usar.
Tan fácil que era la vida cuando las máquinas de escribir tenían el teclado en tercera dimensión, que había que hacer fuerza para que te obedecieran las letras y no tenía más que el movimiento del carro para adelante y para atrás.
Ahora, ¿Qué quieren que les diga? Las laptop sirven hasta para ver películas. No le diga a nadie, no lo platique, pero creo que tienen complejo de televisiones.
Para estar a tono y demostrar que soy muy moderno, ya tengo mi propio blog, que utiliza el mismo nombre de mis colaboraciones: MÉXICO DEBE SALIR ADELANTE, pero parece escrito con errores de ortografía, sin mayúsculas ni acentos ni separaciones y además, con el punto com al final. http://www.mexicodebesaliradelante.blogspot.com/
Ojalá algún día pueda entrar Usted a verlo. Aprovecho este mensaje para ponerlo a sus órdenes.
Me gustaría conocer su opinión.
Vale la pena.
José Manuel Gómez Porchini.
Comentarios: jmgomezporchini@gmail.com
www.mexicodebesaliradelante.blogspot.com/
Lic. Porchini, con este artículo de la tecnología, permitame decirle,con todo el respeto y formalidad que me merece, que es Usted LA ONDAAAAA!!!, genial que ahora tenga su blog, le aseguro que no solo los de mi generación le seguiremos la pista!!!!
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