Entre los recuerdos más claros que tengo de mi abuela materna, con quien conviví un tiempo en mi natal Ciudad Victoria, capital de Tamaulipas, son sus consejos, que a pesar de la distancia en el tiempo, siguen siendo válidos.
Me acuerdo que me comentó, como si fuera un cuento, la historia aquella de los muchachos a quienes les encargan que en el viaje recojan piedrecillas. -Les van a servir- fue la instrucción. Algunos, agarraron unas cuantas. Otros, una cantidad regular. Unos pocos se cargaron con gran peso en piedras. Al final del viaje, las piedras se convirtieron en piedras preciosas, oro, perlas y demás gemas de gran valor.
Los que sólo cargaron unas cuantas, se dolían de haber sido tan poco previsores. Los que por el contrario se volvieron millonarios, agradecieron a su obediencia el haber tomado la mayor cantidad posible.
Lo mismo pasa con la educación. No se sabe nunca cuándo va a servir el tener almacenada en la memoria determinada información. Y toda la información, conocimiento, prácticas, etc., que se van recabando como bagaje cultural, son las que permiten al ser humano tener la capacidad de encontrar la diferencia entre el bien y el mal y optar por lo que les parezca mejor. Sólo quien tiene conocimiento tiene poder. El conocimiento, de cualquier tipo, es fuente de poder.
Desgraciadamente en nuestro México, el conocimiento cada vez va decreciendo, cada vez es más fácil encontrar “analfabetas funcionales”, es decir, personas que saben leer pero que no alcanzan a comprender lo leído.
Yo crecí entre Maestros. Mis dos abuelas, Maestras. Mi Padre y sus hermanos, con título de Profesor de Educación Primaria. Mi tía Rosita, única hermana de mi Madre y quien ha sido amiga y cómplice de todos y cada uno de mis hermanos y mía, también Maestra. Además, con Maestría en Matemáticas. Mi esposa también es Maestra.
Por eso quiero dar clases en mi facultad, la de Derecho de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Pero ya estoy divagando.
El tema va encaminado a demostrar el tan alto costo que tiene que el Gobierno no haya venido siendo previsor en materia de educación.
Cierto. La educación debe ser laica, gratuita y obligatoria, pues así lo establece el artículo 3º Constitucional. Lástima que tan hermoso postulado sea ajeno a la realidad.
Existe una gran diferencia entre los niños que son “llevados al Colegio” y aquellos que son “echados a la escuela”. Baste y sobre repasar la historia de Ricardito, el compañero de travesuras de Memín Pingüin, que la mamá quería llevar al colegio y el papá se opuso. Lo saben los que como yo, han leído esa historieta.
Las escuelas públicas, las que había venido manejando el sistema federal y a últimas fechas pasaron a control de los gobiernos estatales, cuentan con Maestros que, en su mayoría, pertenecen al sector más politizado de México, precisamente por que son los que tienen el acceso a la educación. Los Maestros de México, forman un grupo poderoso, que piensa, que entiende sus postulados y que se enfrenta a múltiples retos para hacer valer sus ideas.
El Maestro de escuela privada, si bien puede, lo que en la mayoría de los casos es cierto, contar con la misma preparación del Maestro Público, guarda sus comentarios, somete su pensamiento, dobla su voz, por que no goza de la libertad del Maestro Público.
Ahora bien, ¿Cuál es mejor? ¿Cuál produce mejores resultados?
Ahora entramos en terrenos en que es difícil señalar un derrotero, sin peligro de que existan mil voces que demuestren lo contrario.
Queda en manos de los padres de familia elegir lo que crean más conveniente para sus hijos, como queda en manos de los jóvenes elegir las escuelas superiores, ya públicas, ya privadas, en las que puedan desarrollarse.
Como las piedritas de mi Abuela. Todo el conocimiento es válido y valedero. Queda en quien lo recibe, el uso que habrá de darle, así como responder a quienes en él confiaron, del destino que de a sus conocimientos.
Aquí trataré de plantear el quid del asunto. Si Usted, querido lector, opta por inscribir a sus hijos en una escuela pública, Usted sabrá la razón y motivos de su elección. Sólo habrá de cubrir Usted, los costos que siempre alegan los de “la Sociedad de Padres de Familia”, pero el alto costo de los edificios, de los Maestros, de la infraestructura en sí que se requiere para el funcionamiento de una escuela, quedará comprendida dentro del dogma planteado por el Artículo 3º Constitucional ya invocado, es decir, gratuita, y no habrá más cargos por ello.
Si Usted prefiere que la matrícula sea en una escuela privada, deberá pagar los costos que ello implica: Cuota de Inscripción, Colegiatura, uniformes, que el de gala, que el de deportes, que el de la banda de guerra, que etc, etc, y etc.
Un Colegio particular medio, tendrá cabida para, digamos, quinientos alumnos. El Colegio habrá de absorber, claro, con lo que Usted paga, los costos de Maestros, mantenimiento, instalaciones y etc. Esos alumnos ya no le van a costar al Estado, cualquiera que sea el nivel. Desde kínder o preescolar, hasta la Universidad.
Es decir, el padre de familia que decide inscribir a sus hijos en un Colegio particular, le está ahorrando al Estado el costo de la educación de sus hijos. El costo de los edificios. El costo de los Maestros. El costo de la infraestructura administrativa, legal, etc., requerida para el manejo de una Institución Educativa.
Ahora bien. Imagine Usted que los padres de familia de los quinientos alumnos de un Colegio, deciden, todos, cambiar a sus hijos a una Escuela de Gobierno. Por un lado, cierran una fuente de trabajo pues quiebran al Colegio Privado. Por otro, ponen en un brete a las Escuelas Públicas de la zona, pues ellos también tienen derecho a inscribir a sus hijos en esas Escuelas.
¿Cómo debe asumirse lo anterior? Ya existen voces, planes y proyectos que pretenden entregar en efectivo a los Padres de Familia, el costo de la educación de sus hijos, para que los inscriban en sector público o privado, según sea su conveniencia. Existen planes y proyectos para poner a competir por la preferencia del usuario, los padres de familia, a las instituciones educativas públicas y privadas.
Quien obtenga mejores resultados y la preferencia del consumidor, habrá de permanecer.
Tal vez no sea esa la forma apropiada de manejar la situación. Estimo que debe permanecer intocado el espíritu del constituyente cuando estableció que la educación debería ser laica, gratuita y obligatoria. Pienso que esa premisa, debe cumplirse. ¿Cómo hacer que quien inscribe a sus hijos en un Colegio particular disfrute de la Garantía Constitucional establecida en el pluricitado Artículo 3º de nuestra Carta Magna?
Otorgándole la posibilidad de que los recibos de pago de colegiaturas puedan ser deducibles de impuestos. De hecho, sólo estará disfrutando de la prebenda establecida en la Constitución. Cierto, de entrada, correrá con el gasto, pero recuperará lo pagado, vía devolución o compensación de impuestos.
Como Maestro que he sido, como Maestra que es mi esposa, comentamos con tristeza que los jóvenes alumnos, cada vez cuentan con menor preparación y conocimientos. Hablo de los que recibe en escuelas preparatorias privadas y los que hemos visto a nivel profesional, ya privado, ya público, como Catedráticos.
Es increíble que jóvenes bachilleres (más de uno no sabrá que quiere decir el término bachiller) ignoren las normas mínimas del lenguaje, de la historia, de los números, de la geografía. Vamos, es muy triste encontrar profesionistas egresados tanto de universidades públicas como privadas, que a pesar del título profesional recibido, ignoran todo lo relativo a lo que se supone debería ser su ciencia.
Los bachilleres (que quiere decir alumno de preparatoria) que sorprenden por su ignorancia, provienen tanto de instituciones públicas como privadas. Ahí, en la ignorancia, no se alcanza a distinguir la diferencia.
También es cierto que egresados de ambos sistemas, público y privado, cuentan con un gran acervo cultural y una actitud que emula a los guerreros romanos, indomables, recios, bravíos, seguros de su saber y su valía. Vale tanto para damas como para caballeros.
Entonces, ¿Cuál será la diferencia? ¿Acaso seremos los padres, en nuestra indolencia? ¿Acaso la responsable será la apatía del alumno? ¿Las fuentes de distracción de la vida moderna? ¿El Internet?
Estimo que la voluntad de hacer las cosas está imbíbita en cada uno. Que es de dentro del alma donde se encuentran los arrestos necesarios para atender la senda del bien, no la autopista del mal, la que citara Mafalda. También lo sigo leyendo y está en un lugar especial tanto en mi mente como en mis posesiones. Espero que lo conozca. Si aún no lo conoce, lo invito a leerlos juntos. Estoy a sus órdenes.
En esa ignorancia de que he hablado, está el verdadero valor de la educación.
Quien recogió las suficientes piedritas del cuento narrado, es capaz de enfrentarse a la vida con las armas necesarias para encararla y hacerse un ser humano de provecho.
En los demás casos, cuando sólo se tiene como ídolo al matón, al traficante, cuando no hay más emoción en el infante que ser “El malo de la película”, pues son los que ganan más, cuando el alumno lee un texto y no es capaz de entenderlo, cuando la falta de preparación es un impedimento para afrontar la vida, ahí es cuando nos damos cuenta del gran daño que se hace a los alumnos.
Pretender ayudarlos dándoles el pase, cuando su preparación es deficiente, es hacerles un daño.
Es hacerle un daño a México, pues nuestros jóvenes, el futuro de la patria que ya son el presente actual, sólo sirven para lavar platos, para la maquila como operadores de turno y nunca podrán aspirar a un puesto de trabajo calificado.
Más cara que la pobreza, es la ignorancia.
Me gustaría conocer su opinión.
Vale la pena.
José Manuel Gómez Porchini.
Me acuerdo que me comentó, como si fuera un cuento, la historia aquella de los muchachos a quienes les encargan que en el viaje recojan piedrecillas. -Les van a servir- fue la instrucción. Algunos, agarraron unas cuantas. Otros, una cantidad regular. Unos pocos se cargaron con gran peso en piedras. Al final del viaje, las piedras se convirtieron en piedras preciosas, oro, perlas y demás gemas de gran valor.
Los que sólo cargaron unas cuantas, se dolían de haber sido tan poco previsores. Los que por el contrario se volvieron millonarios, agradecieron a su obediencia el haber tomado la mayor cantidad posible.
Lo mismo pasa con la educación. No se sabe nunca cuándo va a servir el tener almacenada en la memoria determinada información. Y toda la información, conocimiento, prácticas, etc., que se van recabando como bagaje cultural, son las que permiten al ser humano tener la capacidad de encontrar la diferencia entre el bien y el mal y optar por lo que les parezca mejor. Sólo quien tiene conocimiento tiene poder. El conocimiento, de cualquier tipo, es fuente de poder.
Desgraciadamente en nuestro México, el conocimiento cada vez va decreciendo, cada vez es más fácil encontrar “analfabetas funcionales”, es decir, personas que saben leer pero que no alcanzan a comprender lo leído.
Yo crecí entre Maestros. Mis dos abuelas, Maestras. Mi Padre y sus hermanos, con título de Profesor de Educación Primaria. Mi tía Rosita, única hermana de mi Madre y quien ha sido amiga y cómplice de todos y cada uno de mis hermanos y mía, también Maestra. Además, con Maestría en Matemáticas. Mi esposa también es Maestra.
Por eso quiero dar clases en mi facultad, la de Derecho de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Pero ya estoy divagando.
El tema va encaminado a demostrar el tan alto costo que tiene que el Gobierno no haya venido siendo previsor en materia de educación.
Cierto. La educación debe ser laica, gratuita y obligatoria, pues así lo establece el artículo 3º Constitucional. Lástima que tan hermoso postulado sea ajeno a la realidad.
Existe una gran diferencia entre los niños que son “llevados al Colegio” y aquellos que son “echados a la escuela”. Baste y sobre repasar la historia de Ricardito, el compañero de travesuras de Memín Pingüin, que la mamá quería llevar al colegio y el papá se opuso. Lo saben los que como yo, han leído esa historieta.
Las escuelas públicas, las que había venido manejando el sistema federal y a últimas fechas pasaron a control de los gobiernos estatales, cuentan con Maestros que, en su mayoría, pertenecen al sector más politizado de México, precisamente por que son los que tienen el acceso a la educación. Los Maestros de México, forman un grupo poderoso, que piensa, que entiende sus postulados y que se enfrenta a múltiples retos para hacer valer sus ideas.
El Maestro de escuela privada, si bien puede, lo que en la mayoría de los casos es cierto, contar con la misma preparación del Maestro Público, guarda sus comentarios, somete su pensamiento, dobla su voz, por que no goza de la libertad del Maestro Público.
Ahora bien, ¿Cuál es mejor? ¿Cuál produce mejores resultados?
Ahora entramos en terrenos en que es difícil señalar un derrotero, sin peligro de que existan mil voces que demuestren lo contrario.
Queda en manos de los padres de familia elegir lo que crean más conveniente para sus hijos, como queda en manos de los jóvenes elegir las escuelas superiores, ya públicas, ya privadas, en las que puedan desarrollarse.
Como las piedritas de mi Abuela. Todo el conocimiento es válido y valedero. Queda en quien lo recibe, el uso que habrá de darle, así como responder a quienes en él confiaron, del destino que de a sus conocimientos.
Aquí trataré de plantear el quid del asunto. Si Usted, querido lector, opta por inscribir a sus hijos en una escuela pública, Usted sabrá la razón y motivos de su elección. Sólo habrá de cubrir Usted, los costos que siempre alegan los de “la Sociedad de Padres de Familia”, pero el alto costo de los edificios, de los Maestros, de la infraestructura en sí que se requiere para el funcionamiento de una escuela, quedará comprendida dentro del dogma planteado por el Artículo 3º Constitucional ya invocado, es decir, gratuita, y no habrá más cargos por ello.
Si Usted prefiere que la matrícula sea en una escuela privada, deberá pagar los costos que ello implica: Cuota de Inscripción, Colegiatura, uniformes, que el de gala, que el de deportes, que el de la banda de guerra, que etc, etc, y etc.
Un Colegio particular medio, tendrá cabida para, digamos, quinientos alumnos. El Colegio habrá de absorber, claro, con lo que Usted paga, los costos de Maestros, mantenimiento, instalaciones y etc. Esos alumnos ya no le van a costar al Estado, cualquiera que sea el nivel. Desde kínder o preescolar, hasta la Universidad.
Es decir, el padre de familia que decide inscribir a sus hijos en un Colegio particular, le está ahorrando al Estado el costo de la educación de sus hijos. El costo de los edificios. El costo de los Maestros. El costo de la infraestructura administrativa, legal, etc., requerida para el manejo de una Institución Educativa.
Ahora bien. Imagine Usted que los padres de familia de los quinientos alumnos de un Colegio, deciden, todos, cambiar a sus hijos a una Escuela de Gobierno. Por un lado, cierran una fuente de trabajo pues quiebran al Colegio Privado. Por otro, ponen en un brete a las Escuelas Públicas de la zona, pues ellos también tienen derecho a inscribir a sus hijos en esas Escuelas.
¿Cómo debe asumirse lo anterior? Ya existen voces, planes y proyectos que pretenden entregar en efectivo a los Padres de Familia, el costo de la educación de sus hijos, para que los inscriban en sector público o privado, según sea su conveniencia. Existen planes y proyectos para poner a competir por la preferencia del usuario, los padres de familia, a las instituciones educativas públicas y privadas.
Quien obtenga mejores resultados y la preferencia del consumidor, habrá de permanecer.
Tal vez no sea esa la forma apropiada de manejar la situación. Estimo que debe permanecer intocado el espíritu del constituyente cuando estableció que la educación debería ser laica, gratuita y obligatoria. Pienso que esa premisa, debe cumplirse. ¿Cómo hacer que quien inscribe a sus hijos en un Colegio particular disfrute de la Garantía Constitucional establecida en el pluricitado Artículo 3º de nuestra Carta Magna?
Otorgándole la posibilidad de que los recibos de pago de colegiaturas puedan ser deducibles de impuestos. De hecho, sólo estará disfrutando de la prebenda establecida en la Constitución. Cierto, de entrada, correrá con el gasto, pero recuperará lo pagado, vía devolución o compensación de impuestos.
Como Maestro que he sido, como Maestra que es mi esposa, comentamos con tristeza que los jóvenes alumnos, cada vez cuentan con menor preparación y conocimientos. Hablo de los que recibe en escuelas preparatorias privadas y los que hemos visto a nivel profesional, ya privado, ya público, como Catedráticos.
Es increíble que jóvenes bachilleres (más de uno no sabrá que quiere decir el término bachiller) ignoren las normas mínimas del lenguaje, de la historia, de los números, de la geografía. Vamos, es muy triste encontrar profesionistas egresados tanto de universidades públicas como privadas, que a pesar del título profesional recibido, ignoran todo lo relativo a lo que se supone debería ser su ciencia.
Los bachilleres (que quiere decir alumno de preparatoria) que sorprenden por su ignorancia, provienen tanto de instituciones públicas como privadas. Ahí, en la ignorancia, no se alcanza a distinguir la diferencia.
También es cierto que egresados de ambos sistemas, público y privado, cuentan con un gran acervo cultural y una actitud que emula a los guerreros romanos, indomables, recios, bravíos, seguros de su saber y su valía. Vale tanto para damas como para caballeros.
Entonces, ¿Cuál será la diferencia? ¿Acaso seremos los padres, en nuestra indolencia? ¿Acaso la responsable será la apatía del alumno? ¿Las fuentes de distracción de la vida moderna? ¿El Internet?
Estimo que la voluntad de hacer las cosas está imbíbita en cada uno. Que es de dentro del alma donde se encuentran los arrestos necesarios para atender la senda del bien, no la autopista del mal, la que citara Mafalda. También lo sigo leyendo y está en un lugar especial tanto en mi mente como en mis posesiones. Espero que lo conozca. Si aún no lo conoce, lo invito a leerlos juntos. Estoy a sus órdenes.
En esa ignorancia de que he hablado, está el verdadero valor de la educación.
Quien recogió las suficientes piedritas del cuento narrado, es capaz de enfrentarse a la vida con las armas necesarias para encararla y hacerse un ser humano de provecho.
En los demás casos, cuando sólo se tiene como ídolo al matón, al traficante, cuando no hay más emoción en el infante que ser “El malo de la película”, pues son los que ganan más, cuando el alumno lee un texto y no es capaz de entenderlo, cuando la falta de preparación es un impedimento para afrontar la vida, ahí es cuando nos damos cuenta del gran daño que se hace a los alumnos.
Pretender ayudarlos dándoles el pase, cuando su preparación es deficiente, es hacerles un daño.
Es hacerle un daño a México, pues nuestros jóvenes, el futuro de la patria que ya son el presente actual, sólo sirven para lavar platos, para la maquila como operadores de turno y nunca podrán aspirar a un puesto de trabajo calificado.
Más cara que la pobreza, es la ignorancia.
Me gustaría conocer su opinión.
Vale la pena.
José Manuel Gómez Porchini.
Mi nombre es Dara Ontiveros y yo siendo estudiante de la Licenciatura de Mercadotecnia y a mis 21 años de edad debo confesar que no sabía el significado de “bachiller” ni tampoco el de “emular”, con estoy quiero decir que creo que es cierto, probablemente eso de que estamos en vías de crecimiento no sea tan cierto.
ResponderEliminarYo considero que no hay un culpable en particular de la ignorancia que estamos viviendo, los padres a fin de cuentas nos envían a la escuela desde pequeños, los maestros intentan pasarnos un poco de su conocimiento, el alumno ha sido siempre el mismo.
Ayer era un lujo estudiar y hacerlo aunque sea un poco realmente hacia la diferencia entonces, quienes podían estudiar lo hacían con esa hambre de aprender, esa hambre de ser alguien más, de cambiar y ayudar a su familia. Hoy tal vez no sea muy fácil o accesible la educación pero sí lo es más que antes y me da la impresión que ahora por ser más común, estudiamos porque es algo que se tiene que hacer. Por ejemplo muchos adolescentes, al menos yo y varios de mis compañeros, cuando salimos de la secundaria y ni siquiera nos hicimos la pegunta ¿quiero seguir estudiando la preparatoria? Si no que es algo lógico, un paso más, un sigue a la manada. Me da la impresión de que se ha perdido esa hambre de aprender porque los niveles básicos de educación son algo que tienes que hacer y no algo que te propones hacer. Creo que desde aquí hemos ido cambiando, perdiendo cada vez más valores que se consideraban de buena educación, perdiendo lenguaje que antes era usado diario, perdiendo esas ganas de cambiar, se está haciendo un tipo de evolución que aunque no del todo malo porque vamos aprendiendo bonre otras cosas como culturas, idiomas, modismos etc. pero, por otro lado estamos perdiendo datos que nos vuelven ignorantes como el significado de “bachiller”. Creo que lo que hace falta es concientizarnos desde pequeños, saber el porqué de las cosas, saber que estudiamos por un motivo, dejar de vivir la vida llevados por la “corriente”.
Me parecio muy interesante esta publicacion,pues habla sobre la relidad que se esta viviendo en el país.
ResponderEliminarCreo que todos los problemas de nuestro pais tienen como origen la falta de educación, sin eduacion las personas no pueden aspirar a tener buenos puestos mas que ser empleados,sin educacion la gente carece de valores y propicia situaciones de corrupción, entre muchos otros problemas que vive el país actualmente.
Siento que todos tenemos un poco de culpa de que la educacion sea tan pobre en neustro país.El gobierno en parte por que deberia de destinar un mayor porcentaje del gasto público a la educación, para que las escuelas publicas cuenten no tanto con instalaciones super inovadoras si no por ejemplo mas computadoras, para que los niños aprendan computación que esta tan indispensable ahora en día y tener clases de mas calidad.
Por otra parte creo que algunos maestros tienen la culpa.Yo hice la prepa publica y la verdad que si hay diferencia.Al menos en mi prepa,algunos maestros yo sentia que no les interesaba mucho si aprendiamos o no, unos eran muy flojos, que faltaron como dos semanas seguidas. La verdad que si me abrio un poco los ojos a la realidad cuando estuve en la prepa pública. Me sorprendia mucho como hablaban mis compañeros, en el sentido de que decian mal las palabras o faltas de ortografía en las presentaciones, que bueno yo no soy muy buena en la ortografía, pero ellos estaban de verdad mal.
De cierta manera, creo que en una escuela privada estas un poco mas vigilado, siento que te exigen un poquito más, pero claro que hay de todo.
Si me da tristeza que la gente reciba ese tipo de educación, pues yo que ya he vivido esa situación y ahora tuve la oportunidad de estar en una privada, creo que es injusto para los que no tienen la oportunidad de pagar que reciban ese tipo de educacion.
Pero, no voy a culpar del todo al gobierno o a los maestros, sino que nosotros mismos tenemos muchas veces la culpa, por no interesarnos en cultivarnos un poquito mas, leer más, echarle mas ganas a la escuela; al fin y al cabo nosotros somos los interesados y los mas afectados. Y todo esto trae como consecuencia la situación en que queremos que este el país.
primero quiero felicitarlo por este articulo Maestro me parecio muy bueno. coincido con la opinion anterior, creo que los maestros tienen mucha responsabilidad en todo esto, al menos en mi experiencia, siempre acudi a escuelas publicas, y tuve, tengo que reconocerlo, pesimos maestros, que no tenian la vocacion de maestro, que solo les interesaba cobrar su salario, que no motivaban la clase, en fin...esa es mi opinion, se que la responsabilidad es desde el estado (constitucionalmente) hasta los padres de familia, pero creo que el principal responsable es que ninguno de nosotros hemos sido capaces de asumir dicha responsabilidad. Mientras sigamos creyendo que el estado es el "solucionador" de nuestros problemas, que los Maestros son los que deben educar a los hijos y los padres no...NUNCA SALDREMOS DEL HOYO EN QUE NOS ENCONTRAMOS.
ResponderEliminarPor ahi encontre un articulo que decia que los niños chinos, antes de entrar a educacion, debian aprenderse 50 mil caracteres chinos, los de su lengua (ignoro como se diga) y que acuden a la escuela mas de 240 dias al año y por ello acostumbran trabajar, ya de adultos, 14 o 16 hora diarias...Creo que necesitamos un cambio de actitud, y con que pocas personas lo reconozcan, hemos empeazado bien....saludos Mtro. desde la ciudad de Chihuaha, FAC. dERECHO...
Gracias, muchas gracias!!
ResponderEliminarTengo muy buenos recuerdos de Chihuahua, tierra de gente buena.
Un abrazo!!
HOLA MAESTRO PORCHINI, ES UN GUSTO SALUDARLO Y COMO SIEMPRE ME APASIONA MUCHO EL PODER LEERLO Y COMENTAR,ESTE ARTICULO SOBRE EL VALOR DE LA EDUCACIÓN ES UN TEMA MUY CONTROVERTIDO DESDE MI PUNTO DE VISTA Y YO CREO QUE TODOS TENERMOS DIFERENTES OPINIONES... QUE SABIA MUJER SU ABUELA AL PONERLE DE EJEMPLO LO DE LAS PIEDRITAS...FELICITEMELA..ME LLAMO MUCHO LA ATENCION CUANDO HACE REFERENCIA AL ARTICULO 3 CONTITUCIONAL QUE HERMOSO ARTICULO, NO LE PARECE?? PERO ME DA TRISTEZA Y CON CERTEZA COMENTO, QUE ASI COMO ESTE ARTICULO CONTIENE ESTAS DISPICIONES, ASI EN MEXICO EXISTEN VARIOS ARTICULOS NO SOLO DE LA CONTITUCIÓN, SI NO TAMBIEN DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO QUE MENCIONAN DERECHOS QUE SON IRRENUNCIABLES, QUE SON TAN BELLOS Y TAN JUSTOS, PERO QUE EL LA REALIDAD Y EN LA PRACTICA SE ALEJAN DE LO QUE DICEN,,,UN EJEMPLO CLARO SOBRE ESTE ARTICULO 3 CONTITUCIONAL, SON LAS ESCUELAS PRIVADAS, POR QUE SI RELFEXIONAMOS UN POCO ENTONCES??? CUANDO ESTARIAMOS EN PRESENCIA DE LO GRATUITO Y OBLIGATORIO... , POR QUE SI NO CUBRES TU CUOTA O MENSUALIDAD, PUES NO TENDRIAS ESTE PRIVILIGIO.
ResponderEliminarCUANDO MENCIONA ACERCA DE QUE USTED Y SU ESPOSA, COMO MAESTROS QUE SON, ENCUENTRAN MUCHA FALTA DE PREPARACION Y DE CONOCIMIENTO EN JOVEBES DE BACHILLER, ES CIERTO, PERO NO DEBEMOS DE BUSCAR QUIEN TIENE LA CULPA, SI NO BUSCAR SOLUCIONES PARA QUE ESTOS JOVENES QUE SON EL FUTURO, SE PREOCUPEN POR APRENDER, POR PREPARARSE MAS,BUSCAR UNA FORMA EN QUE ESTOS JOVENES ENCUENTREN DIVERDITO ESTUDIAR, INVETIGAR, SU HISTORIA, HACERLES ENTENDER QUE AHORA SI COMO LO MENCIONO USTED, QUE EL QUE TIENE EL CONOCIMIENTO, TIENE EL PODER,..
ES MUY CIERTO QUE EXISTEN MAESTROS QUE DEJAN MUCHO QUE DESERAR IMPARTIENDO CATEDRA Y QUE TAL VEZ SOLO ESTEN AHI POR UN SUELDO,Y QUE SOLO ESTEN FOMETANDO LA FALTA DE CULTURA, DE CONOCIMIENTO, PERO YO CREO QUE ESO DEPENDE DE ESOS MAESTROS QUE NO TIENEN VALORES COMO SERES HUMANOS, Y LA FALTA DE CONCIENCIA AL PREPARAR A JOVENES COMO BIEN LO MENCIONO USTED "ANALFABETAS FUNCIONALES" JOVENES QUE SOLO SABEN LEER, ESCUCHAR, PERO NO ALCANZAN A COMPRENDER LO QUE SE ESTA DICIENDO" Y TODAVIA TIENEN EL DESCARO DE OCACIONARLES UN MAYOR MAL CUANDO A CAMBIO DE "FAVORES" ESTOS MAESTROS PRETENDEN AYUDARLOS DANDOLES EL PASE, CUANDO SU PREPARACION ES DEFICIENTE.
QUE MAGNIFICA FRASE LA QUE USTED COMENTA Y ES UNA REALIDAD....
MAS CARA QUE LA POBREZA ES LA IGNORANCIA.....
SALUDOS...