lunes, 27 de julio de 2009

De la emoción al desencanto. Cómo se acaba con una empresa.

Hoy me enteré de más cosas de una empresa de lo que uno debería saber en toda su vida.

Tuve frente a mí, a dos jóvenes profesionistas, egresadas de las mejores escuelas del país, con todas las credenciales que podría soñar alguien y con una tristeza que Usted, mi querido lector, no puede imaginar.

Las dos, preparadas, las dos, expertas en su área. Las dos, separadas por un capricho de su jefe, por cierto, el mismo. O bueno, la misma. Las dos, con derecho a una liquidación formal, con todas las de la ley pues ninguna incurrió en causal de rescisión, de los que establece el artículo 47 de la Ley Federal del Trabajo.

Sin embargo, a una ya le dieron siete mil pesos por su separación, con una antigüedad superior a dos años y con un salario cercano a los diecinueve mil pesos mensuales. Si Usted es abogado y sabe cuantificar un despido injustificado, pues eso es, sabrá que le pagaron una miseria. Y así se lo hice saber y le dije que cuenta con dos meses para demandar y obvio, está en tiempo.

La otra, apenas va por su liquidación. Nadie le ha avisado que la van a correr. No existe acta ni aviso ni investigación ni motivo ni causa ni fundamento alguno pero ella ya sabe que ya presentaron al nuevo jefe de la oficina y si ella era… ¿qué puede pensar?

Está viendo la forma en que liquidan a todos los de su entorno laboral y claro, ya presentía el golpe.

Lo más triste es que todos los separados, todos los rescindidos, no habían dado motivo para su separación. Lo más triste es que los separados son los que habían logrado los mejores estándares en la compañía a nivel nacional.

Pareciera que se castiga la eficiencia.

Imagínese Usted, mi querido lector, a un recién egresado, con toda la ilusión del mundo, con ganas de quedar bien, que cambia su domicilio pues las empresas les piden: “disponibilidad para cambiar de residencia” sin saber que a lo que van, es sólo a que los tengan trabajando todo el día, pues como no tienen familia en el lugar al que van, fácilmente pueden con un horario de más de doce horas al día. Son jóvenes, inexpertos, con ganas de quedar bien, con la ilusión de crecer. Son mexicanos en plenitud y la empresa así les paga…

Por eso, cuando van creciendo, los empleados se van volviendo difíciles, se van volviendo exigentes, se van convirtiendo en seres que reclaman todo, pues ya los han lastimado y sin motivo.

Por eso, el mexicano no confía en el patrón. Ya sabe que sólo busca explotarlo, sin pagar lo justo.

La verdad, me da tristeza pero más me da coraje de ver la forma en que se acaban las empresas y sobre todo, la forma en que entre todos, vamos acabando con esa gran empresa nacional que nos corresponde a todos: México.

¿Cómo quiere Usted que me sienta si las vi llorar frente a mí, por un despido sin razón ni fundamento?

¿Qué les puedo decir? ¿Qué vendrán tiempos mejores? ¿Qué confíen en la justicia, si la autoridad se presta a entregar liquidaciones ajenas a derecho y me lo reclamaron a mí? ¿Qué les puedo decir?

Yo sé que Usted sí cumple en su empresa. Usted si paga conforme a derecho y nunca evade sus responsabilidades.

De otro modo, más temprano que tarde, se quedará sin empresa, como les pasa a todas las que actúan apartadas a un recto proceder, que terminan siendo devoradas por la competencia o por inversionistas ajenos, que por supuesto, van a cuestionar sus actuares ajenos a derecho y ellos, los que se apartan de la ley de los hombres, tendrán lo que merecen, según las leyes eternas.

Me gustaría conocer su opinión.

Vale la pena.

José Manuel Gómez Porchini.

Comentarios: jmgomezporchini@gmail.com
www.mexicodebesaliradelante.blogspot.com/


Monterrey, N.L., 26 de julio de 2009.

2 comentarios:

  1. bienvenido a la realidad¡¡¡¡ esto siempre se ha manejando así en la mayoría de las empresas que su finalidad y/o objetivo es solamente hacer y buscar el negocio.
    Nosotros los empleados simplemente somos eso; simplemente empleados que no podemos aspirar a tener una posición mejor dentro de las empresas porque esos puestos siempre están desginados para "ahijados".
    Este tema como muchos otros son de los que pasan diariamente pero que nadie se atreve hacer nada al respecto.

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  2. De cierta forma les han hecho un bien a estas dos personas al separarlas de la compañia, ya que si este es su actuar hacia sus empleados es muy probable que sea para con su clientes y ninguna empresa sobrevive de esta forma.
    Estos son solo abstaculos en su camino, siempre habrá lugar para personas con deseos de trabajar y salir adelante.

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