jueves, 6 de mayo de 2010

Derecho Procesal del Trabajo. Presentación del texto del Dr. Ángel Ascencio Romero.

Quiero empezar por comentar que cuando recibí como obsequio el texto que ahora se pone en sus manos, el Dr. Ángel Ascencio Romero escribió lo siguiente: “Para mi amigo el Maestro José Manuel Gómez Porchini, amplio conocedor del Derecho del Trabajo y de quien espero sus opiniones respecto a este modesto trabajo. El autor. Rúbrica ilegible. Febrero 2008.” Esa fue la dedicatoria estampada en el libro Derecho Procesal del Trabajo del Dr. Ángel Ascencio Romero y que es en mi poder.

Esas palabras, viniendo de un Docto en la materia, de un Doctor en Derecho como lo es Ángel Ascencio Romero, a quien ahora tenemos el enorme placer de acompañar, representan un reto y un compromiso que podría decirse, va más allá de las fuerzas y los alcances de alguien que como yo, trata con mucho entusiasmo de hacer las cosas.

Varias veces empecé esas opiniones y sin embargo, los tiempos siempre lo alcanzan a uno. La dedicatoria es de febrero de 2008, que fue cuando por fin nos conocimos físicamente, pues el buen trato inició desde antes. Empezó a fines de 2007 como resultado de una nota en prensa que yo publicara y que al Dr. Ascencio le llamó la atención y me dejó un comentario, muy elogioso por cierto, en el portal del periódico El Porvenir, donde he venido escribiendo y que, obvio, contesté.

Comenzó un constante envío de notas y comentarios, que nos fueron permitiendo llegar a conocernos o cuando menos, a tener una idea de lo que académicamente vamos buscando, que no puede ser otra cosa más que avanzar aportando cada uno su propio granito de arena.

Y así ha sido nuestro trato: respetuoso, atento, académico, pero siempre amable y con la suficiente confianza como para gozar y disfrutar de la vida en unión de nuestras familias que se han conocido y hemos tenido la oportunidad de compartir muy buenos ratos y además, hemos avanzado juntos.

Ahora, tengo el honor de hacer efectivo aquél deseo del Dr. Ascencio, cuando me pidió en la dedicatoria, que le diera mi opinión respecto de su trabajo, lo que hago con mucho gusto.

Académicamente, el texto Derecho Procesal del Trabajo del Dr. Ascencio reúne todos y cada uno de los requisitos que impone la cátedra, es decir, es un texto sencillo, claro, con un lenguaje fácilmente entendible por el público a quien va dirigido, los estudiantes, pero que además, le sirve al Maestro de la materia para conducir la clase sin mayor esfuerzo.

Lo anterior, lo digo con pleno conocimiento de causa pues ya tuve el placer académico de utilizar el texto del Dr. Ascencio como libro formal en la materia de Derecho Procesal del Trabajo en la Universidad Metropolitana de Monterrey, curso del que tengo excelentes recuerdos y alumnos que ahora, que ya terminaron su carrera, me ven como al amigo que traté de ser y además, como al Maestro que ha buscado siempre lograr que el mundo o cuando menos el pedacito en el que puedo moverme, sea un poco mejor.

Aidé Elaine Maqueda Ortiz, quien fuera mi alumna en la materia, que ya salió y por tanto, ya no va buscando un punto extra, así lo dejó plasmado en el muro de Facebook: muy buen libro… ¿ese nos dio para las clases verdad?... Viene muy bien explicado.

¡Y claro que viene muy bien explicado!

Toma el contenido de la Ley Federal del Trabajo vigente en México, analiza cada uno de los principios procesales que utiliza la legislación laboral a lo largo de los Títulos Décimo Cuarto y Décimo Quinto de la ley laboral, que son los que contienen la Reforma Procesal de 1980 y detalla a la perfección el sentido y la intención del legislador en cada una de las figuras procesales a estudio.

Realiza una verdadera disección del contenido de la parte procesal de la ley obrera de tal suerte que no sólo el neófito en la materia obtiene utilidad del texto, pues aún los que ya han tenido constante contacto con la práctica forense laboral, han de encontrar respuestas a las cuestiones que a diario surgen en el litigio.

Vamos, el Dr. Ascencio utiliza el más ortodoxo de los estilos al plantear su obra y lo logra a la perfección.

Hasta ahí, tenemos suficiente mérito.

La diferencia, lo notable, es la razón de mi presencia aquí y más aún, de la presencia de muchos de nosotros.

El Dr. Ascencio, académico, formal, estudioso y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, hurga en los modernos medios de comunicación para estar actualizado.

Así se encontró la nota que publiqué hace tiempo y la leyó en internet. Se tomó la molestia de escribir para comentarla y obtuvo respuesta. Ha buscado en la red la forma de hacer más ágiles sus clases, su manejo de la investigación y por supuesto, su forma de hacer la vida.

De internet obtuvo la información necesaria para actualizar su obra y también, ha logrado impactar personas que de otra suerte no hubiera podido, como en el caso de la alumna Maqueda Ortíz, hoy brillante abogada, que sin conocerlo personalmente, le desea lo mejor y conoce su obra, precisamente porque por medio de la red se ha dado a conocer. Le deja su comentario en Facebook, una de las que ahora, los que saben, han denominado “redes sociales” y que sirven para tener un acercamiento con los demás seres humanos, para conocer gente, difundir ideas y para tener una noticia distinta de la que los medios de comunicación tradicionales y cada vez más en desuso, nos tratan de vender como si siguiéramos en la total ignorancia.

Ahí estriba el valor de las nuevas comunicaciones y el mérito del Dr. Ascencio. En que lo que antes hacíamos sólo para nosotros o para nuestro entorno, hoy trasciende fronteras, se conoce en otros lares y es objeto de estudio, aún sin que el autor haya tenido la necesidad de salir de su área.

Hoy aquí tenemos presente al Dr. Ángel Ascencio Romero, quien viene a dar testimonio de que su obra ha conseguido permear más allá de lo que pudo haber pensado, que su obra, la que él calificó de “modesto trabajo”, empieza a ser un referente obligado en la materia, tanto, que ya cuenta con diversas reimpresiones y claro, con una nueva edición, ya corregida y aumentada, depurado aquello que sin ser yerro, al autor, siempre perfeccionista, no acababa de gustarle.

Además, hoy vivimos una época en que los cambios y las amenazas al sector obrero y que es al que trata de tutelar la Ley Federal del Trabajo, pretenden minar su entereza y dejarlo a merced de la voluntad del patrón, lo que no puede ser, lo que en modo alguno ha de permitirse y que los autores y académicos, como el Dr. Ascencio, tienen la responsabilidad moral de denunciar, de hacer saber que las partes en el proceso laboral no son iguales ante la ley, pues es sabido de las enormes disparidades existentes entre el patrón y el empleado.

El patrón cuenta entre sus activos, abogados y contadores que preparan las cuentas y los textos de tal suerte, que el obrero, carente generalmente de la instrucción formal necesaria, no entiende y por consecuencia, firma lo que le es puesto enfrente, pues no está en aptitud de entender los alcances de la voluntad del dueño del dinero y de los tiempos.

El Dr. Ascencio es uno de los que han tratado de poner en blanco y negro, en papel y tinta, con letras de imprenta, el significado al alcance de todos de lo que la ley quiso decir, lo que algunas veces ni los iniciados alcanzan a entender.

Hacer que el texto de la ley sea de fácil comprensión para todos, es el mérito de la obra del Dr. Ascencio, mérito doble si se toma en consideración que el autor está al día, está actualizado en los medios de comunicación alternos que cada día se vuelven más importantes, pues hemos de tener cierto que la internet o la red mundial de comunicación, tiene alcances que nunca hubiéramos podido sospechar los juristas.

No sólo existen los delitos informáticos y la gente que busca dañar a otros en internet. Existen también, los que buscan en la red la opinión de los que ya tuvieron antes una experiencia, el dicho de los que ya saben la forma de encarar algún problema y que lo han contado de tal suerte que todo aquél que tenga acceso a internet, podrá encontrarlo, claro, sabiendo buscar.

Ese es el mérito del Dr. Ascencio. Que ha sabido buscar en el mundo de información lo que le ha servido y además, lo ha utilizado de manera correcta.

Así inició nuestra cada día más sólida amistad y así ha obtenido logros. Sabiendo que lo que existe es bueno, pero que siempre se puede buscar algo nuevo que puede ser mejor.

Esa es la labor del investigador y el Dr. Ángel Ascencio Romero, es investigador.

Ojalá hubiera muchos mexicanos más como el Dr. Ascencio.

Me gustaría conocer su opinión.

Vale la pena.

José Manuel Gómez Porchini.
Comentarios: jmgomezporchini@gmail.com

2 comentarios:

  1. buenas tardes lic. Jose Manuel Gomez Porchini..me dio un enorme gusto que me haya tomado como ejemplo me dio mucha alegria saberlo y le doy las gracias por todo lo que nos enseño en la carrera de Leyes en la UMM, de igual manera darle mis saludos y admiracion al Dr. Ascencio por sus buenos deseos Y felicitaciones y de igual menera llegarlo a conocer algun dia...porque en verdad es un buen libro y nos ayudo a entender muchas cosas de una manera sencilla... deseandole lo mejor del mundo a los dos... y esperando mas libros de su parte..que seran exelentes como siempre.

    atte

    Aide Elaine Maqueda Ortiz.

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  2. Aide Elaine Maqueda Ortizzzzzzzzz seria muy bueno que tambien tu escribieras un libro, por lo que veo tuviste excelentes Maestros, ahora es tiempo de que tu pongas tu granito de arena y te pongas a escribir pues capacidad se, de sobra tienes. Saludos
    ATT

    YO

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