Son las 19:51 del sábado cinco de mayo de dos mil
doce, venimos a bordo del vuelo 2118 de Interjet rumbo a Monterrey y el capitán
está hablando. Trata de explicar que no pudo salir el vuelo anterior, el 2116,
de las 17:40, que era para el que yo tenía boleto, porque el avión en que
volaríamos no pudo llegar al aeropuerto de la Ciudad de México.
Lamentablemente para el piloto, cuya nariz ha de
ser como la de Pinocho, sus compañeras en tierra, las que nos amenazaron con
personal de la PFP para que no nos siguiéramos quejando, nos explicaron que el
avión estaba ya listo pero no había tripulación.
Es decir, uno dice una cosa y otro, otra, como la
Chimoltrufia.
Ese es el nivel de seriedad de las líneas aéreas en
México, es el nivel que nos merecemos por quedarnos callados todos y es el
nivel en que vamos a seguir mientras nadie se queje.
De hecho, permítame contarle que la gente que
estaba en el aeropuerto, estaba molesta y ya a bordo del avión, me enteré que
se quedaron dos pobres pasajeros… es decir, hubo quien ni siquiera tarde logró
llegar a su destino.
Pero ahora voy por la razón del problema.
Resulta que los que son verdaderos viajeros
frecuentes, entre ellos, un muy querido amigo que venía en el vuelo, me
explicaron que cuando la salida de las 17:40 tiene poca gente y la de las 19:30
también, la aerolínea las junta, es decir, que es práctica frecuente y
recurrente que cuando no se “llenan” los vuelos, sin el menor recato, sin
respeto a los pasajeros y sin vergüenza alguna, con mentiras como la del señor
que venía manejando el avión, juntan los dos vuelos y hacen uno solo, al cabo
nadie se queja.
Lo más triste de todo, es que hubo en realidad poca
gente que se quejó. Me duele ver la apatía, el desinterés de las personas por
defender sus derechos. Ahí, en la bola, les dije que hiciéramos algo para
protestar. Que de buen modo, como en el teatro, aplaudiéramos para que pudiera
empezar el vuelo. Los tres o cuatro más molestos que estaban junto a mí,
secundaron la propuesta. Los otros más de cien… no dijeron nada!!
Me hicieron saber que una de las muchachas que
venía de pasajera, quiso pedirle a todos que nadie se subiera al avión, en
señal de protesta y obligar a la línea a hacer algo. ¿Qué cuántos la
secundaron? ¡Nadie!
Esa es parte de mi molestia con los mexicanos. No
se vale aguantar todo sin quejarse. Si no somos capaces de defender nuestro
lugar en un simple vuelo de Interjet, ¿cómo vamos a defender nuestro voto?
La dama de Interjet, la que dijo, hizo y arregló
todo lo que quiso a su modo, mandó traer a personal de la PFP y éstos,
accedieron a la voz del amo. Más calladitos todos.
Ya vamos a aterrizar. Ya anunciaron que en dos
minutos empieza el descenso y por el micrófono nos agradecen haber volado con
ellos. Claro, la que pasó recogiendo los vasos, me dejó con la mano estirada,
con aquellos tamaños volteó y dijo: -ahorita lo tomo- y yo… en términos del
artículo 20 constitucional me abstengo de seguir escribiendo para que no pueda
ser acusado de ofensas.
Lo que aparece arriba, es sólo una relación sucinta
de los hechos del vuelo, sin tergiversar la realidad un ápice.
Me gustaría conocer su opinión.
Vale la pena.
José
Manuel Gómez Porchini.
Director
General
Calmécac
Asesores Profesionales S.C.
Para que no nada más yo acuso a Interjet de que amenaza con PFP a sus pasajeros.
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