viernes, 17 de septiembre de 2010

El valor de los animales.

Hoy vengo a tratar de comentarle a Usted, mi querido lector, el significado que estimo ha de dársele a lo que nos rodea. Nuestras vidas se llenan de personas, animales y cosas que van adquiriendo importancia según nos vayan siendo necesarias.

Las cosas son tan simples, que se pueden comprar con dinero. No valen la pena. Personas y animales. Obvio, según las religiones, las personas tienen alma y por ende, un valor supremo a los ojos de Dios. Lástima que algunas personas no sepan el inmenso valor que tienen y vayan por la vida haciendo hasta lo imposible por lograr el odio y resentimiento de los seres humanos que tienen que tratarlos o conocerlos. Son seres humanos, no personas. Son seres con movimiento pero no con sentimientos.

Existen también, personas de tan elevada valía, que han logrado cambiar para bien el rostro de la humanidad. Que le han dado sentido al término “ser humano” y por ende, han logrado llevar a la raza humana al sitial donde hoy se encuentra.

En cambio, la regla general es que los animales, esos que se estiman carecen de alma, sean de tal suerte apegados a las personas que los tratan bien, que es sabida la existencia de algunos muy famosos precisamente por ir mucho más allá de lo que podría esperarse de un simple animal.

Por ejemplo, para el invidente, su perro lazarillo, su compañero y quien le permite hacer la vida y más aún, ganar dinero, tiene más, mucho más valor que cualquier cosa material y que muchos humanos.

Babieca, el caballo que sobrevivió a su amo, El Cid Campeador y que le hiciera ganar una batalla ya muerto, al sentir que su amo no tenía vida, siguió en la pelea cuando se dio cuenta que El Cid había sido amarrado a la silla. Hizo todo para que la tropa supiera que el Jefe seguía peleando y pudieran sacar el valor que existe cuando sabes que el superior se juega la vida por su gente. El Cid Campeador ya la había perdido pero Babieca, su noble bruto, sacó la casta por él. Nunca volvió a ser montado. Nadie se sintió con los tamaños suficientes para hacerlo y murió a los 40 años de edad, edad increíble para un caballo.

Lo bueno es que no todos los animales conocen esas reglas que fijan los humanos y que establecen los límites que fácilmente pueden ser superados.

Y así podría hacer una lista interminable de animales que para sus dueños, tienen un gran valor. ¿Perros de ayuda en las montañas? El ejemplo está en los perros San Bernardo, esos inmensos animales que siempre traen un barrilito con brandy para ayudar a los que se han perdido en las montañas.

Para el niño que va a la escuela buscando ser más en la vida y que se traslada a lomo del burrito, dos o tres horas cada día, ese animalito es la única forma de lograr llegar a la cultura. Por eso lo cuida, lo procura y lo protege. Porque sabe que de su burrito va a obtener el medio para convertirse en un hombre de bien.

Para los rescatistas, los que en los desastres van con sus perros altamente entrenados a husmear para encontrar sobrevivientes… pregúntele Usted a quien fue rescatado si le da crédito al perro que lo localizó entre escombros. Cuando llega a morir un animal de rescate, los humanos que lo acompañaron siempre le hacen honores y muchas veces, les hacen monumentos. Ese es el valor de esos animalitos.

Y pensar que algunos humanos, casi sin valor, los buscan para hacerles daño por simple juego, por ganas de molestarlos, por pensarse superiores.

A veces siento que me quiere ganar la tristeza y pienso, sólo a veces, que nuestro mundo ya no puede seguir si los humanos no son capaces de ver un animalito y jugar con él.

Los humanos tienen la capacidad de comunicarse mediante el lenguaje, oral y escrito y por lo tanto, pueden hacer saber sus sentimientos y lo que les duele. Los animales no. Por eso, su valor crece pues a pesar de no poder externar su sentir, lo hacen patente por la forma en que tratan a los humanos. Y me refiero a perros, caballos, cotorros, burros y toda forma animal. Tienen la nobleza de la que algunos humanos carecen. Y su valor, llega a ser tan alto como para que Ricardo III de Inglaterra, antes de ser derrotado en la Batalla de Bosworth en 1485, ofreciera cambiar su reino por un caballo. Ese puede llegar a ser el valor de un animal. Un reino entero.

No pido tanto. Sólo que se les trate con respeto, como a seres vivos que son. Nada más, pero nada menos.

Me gustaría conocer su opinión.

Vale la pena.

José Manuel Gómez Porchini.
Comentarios: jmgomezporchini@gmail.com
http://www.mexicodebesaliradelante.blogspot.com/

2 comentarios:

  1. Para nuestros animalitos no hay lìmite cuando nos brindan su amistad y su cariño. Nos quieren sin condiciones, nos cuidan y nos brindan su compañìa. Entonces, como es que hay personas que se atreven a tratarlos mal y en muchas ocasiones hasta a matarlos? Nosotros como seres pensantes y que nos creemos siempre ser los mejores si somos capaces de traicionar, somos capaces de demostrar un cariño que no sentimos, somos hipòcritas y personas de dos o varias caras, dependiendo de la circunstancia en que nos encontremos. Debemos de valorar a nuestras mascotitas y a todos los animalitos, ya que como comentan muchos de ellos nos ayudan en nuestra vida sin ningùn interès, agradecidos siempre por el cariño que se les dè. Cuidèmoslos mucho y sigamos brindàndoles mucho amor, pero como elque ellos nos dan.

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  2. me hace muy feliz saber que existen personas que respetan y valoran la importancia de los animales en nuestras vidas. espero sigas con ese valor y esa entrega hacia ellos ya que se lo merecen. por mi parte siempre lo hare ya que son seres nobles y sin sentimientos de destruccion alguno, como esos toreros que son seres cobardes, crueles,viles y sin sentimientos que buscan divercion y desahogar sus insatisfacciones en el sufrimiento de un animal que no le ha hecho nada malo. si no te gusta un animal respetale la vida que el no te hara daño si tu no se lo haces, ten tolerancia y respeto hacia ellos que ellos se lo merecen.

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