domingo, 13 de octubre de 2013

Política y redes sociales.




José Manuel Gómez Porchini / México debe salir adelante      

México cambió hace poco a los titulares de los poderes públicos quienes han enfrentado muy fuertes críticas en las redes sociales, una nueva forma de hacer política y de hacer presión, que anteriores gobernantes no tuvieron que sufrir. Sin embargo, la realidad ahora para ellos es que cada día hay más gente despierta, más ciudadanos conscientes de su valer y de su valor.

Ahora tienen una nueva oportunidad de demostrar que su política va en beneficio del pueblo, que buscan lo mejor para los ciudadanos de México y que los funcionarios de los partidos políticos van en pos de un futuro promisorio para los mexicanos.

La manera antigua de hacer política, en la que la forma es fondo, en la que impacta más parecer que ser, ha cambiado para siempre merced a esas redes sociales que todo lo escudriñan, que de todo están pendientes y que no dejan pasar nada.

Cada uno de los políticos que existen en México, busca la manera de infiltrarse en las redes sociales, como si pudieran ser bien recibidos por una comunidad increíblemente grande y dispersa como para conocerse, pero tan pequeña y cerrada que de inmediato se da cuenta cuando alguien no es de su círculo y lo expulsan de mal modo. Para muestra, tenemos lo que ha pasado con varios políticos que, después de algún error, de mostrar sus riquezas o de presumir sus miserias morales, han sido objeto de tantos ataques que mejor han decidido retirarse de las redes sociales, como si al hacerlo ya lograran terminar con su mal.

En estos días está a discusión la reforma fiscal. He tratado tanto el tema que a veces, hasta quisiera ya no molestarlo con lo mismo. Sin embargo, quiero a mi país y sé que una forma de hacerlo crecer es realizando cambios que permitan que avance en la dirección correcta.

Para mí, esa dirección es lograr otorgar una verdadera seguridad social universal, que abarque a todos los mexicanos, sin distingo alguno ni por cuestión de raza, de sexo, de posición social o de preferencias sexuales o políticas. Un verdadero derecho y no, una dádiva graciosa concedida por el gobernante como haciéndole un favor al populacho. No, nunca jamás. Lo que nuestra patria necesita es que la gente sepa qué son los derechos y también, que a cada derecho corresponde una obligación. Que las cosas no son gratuitas y que todo en esta vida, cuesta.

Por eso, sabiendo que a cambio de hacer que el vendedor o comerciante registre la operación que se realice de manera que se cubra el IVA correspondiente, a usted se le va a otorgar el equivalente a tres puntos de ese IVA, de manera que vaya formando una cuenta de ahorros que le permita, al cumplir sesenta y cinco años de edad, tener derecho a una pensión y siempre, derecho a servicio médico.

Esa nueva oportunidad de hacer bien las cosas, la tiene tanto el presidente de la república, como los legisladores. A todos y cada uno de los encargados de votar las reformas fiscales, se les ha hecho llegar, en múltiples ocasiones, los textos que contienen la propuesta para lograr la seguridad social universal, lo que algunos tratadistas han denominado “La deslaboralización de la seguridad social”, siguiendo lo que desde el año dos mil cuatro he venido sosteniendo y de lo que tengo derechos de autor.

Pero claro, esa oportunidad que se ha puesto en charola de plata a los legisladores y funcionarios de primer orden del gobierno de Peña Nieto, han de aprovecharla. Si el resultado de estos trabajos legislativos va a parecerse a lo que se obtuvo como reforma laboral, que no pasa de ser un cambio cosmético sin forma ni rumbo alguno, el país se les puede deshacer en las manos.

Quiero a México y mi voto es porque sea cada día más grande. Que los políticos no obliguen a los mexicanos a cambiar el estado de cosas del país de modo violento. Por favor, hágale saber a los políticos que México tiene un destino más grande que sus partidos políticos.

Me gustaría conocer su opinión. Vale la pena.

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