Ya han pasado varios días
desde que se aprobó la reforma laboral que al parecer no ha dejado contentos a
los trabajadores. Y claro, los líderes de opinión se han rasgado las vestiduras
por las ofensas a la clase obrera y presentan un panorama desalentador por
completo.
Por otra parte, los
empresarios tampoco están satisfechos, pues pedían más, mucho más de lo logrado
y saben de lo que hablan, ya que cada demanda puede llegar a valores
insospechados tratándose de salarios caídos, que generalmente van a dar a los
abogados que manejan los juicios. Es un verdadero abuso el que se comete con la
clase obrera.
Sin embargo, desde mi
particular punto de vista, no todo está perdido. México debe salir adelante y
ha de lograrlo con reformas válidas y que presenten soluciones reales a la
sociedad, que les permitan, a obreros y empresarios, sentirse satisfechos de lo
logrado.
Vamos a tratar de
explicarlo: el patrón quiere empleados que le cuesten poco, que produzcan mucho
y a quienes pueda despedir cuando ya no los necesite. Así de fácil.
El obrero quiere un
empleo donde gane bien, tenga la seguridad de la estabilidad en el empleo y
garantizada su capacidad de ganancia. Nada más.
El gobierno quiere una
planta productiva que genere divisas, capacitada y competitiva, para poder
incrementar exportaciones, tener mejores salarios en general, un mejor nivel de
vida y satisfactores para todos.
¿Cómo vamos a lograr que
las partes, las tres, obtengan lo que buscan? Fácil, muy fácil. Permitiendo que
los unos tengan esos obreros baratos que buscan y los otros la seguridad que
necesitan. La función del gobierno será garantizar ambas situaciones.
La reforma laboral es un
primer paso, no es mucho y no satisface a nadie, pero es un avance. Lo
interesante será darle continuidad y para eso pongo a disposición de México la
propuesta que desde 2004 he venido defendiendo.
Que es posible otorgar
seguridad social a la totalidad de la población, con independencia de que
tengan o no una relación laboral formal, de manera que esté satisfecha y
garantizada para todos, la capacidad de ganancia. En la actualidad y con la
reforma, la estabilidad en el empleo está supeditada a las necesidades del
patrón, de manera que con poco o mucho dinero, cuando el empresario ya no
quiere o ya no puede tener al obrero, lo despide y punto. Paga lo que tenga que
pagar y terminó la relación laboral.
Que si el aviso es por
fax, por mensaje de texto vía teléfono o por escrito ante notario o como usted
quiera, eso es intrascendente. Lo importante es que esté garantizada siempre la
capacidad de ganancia del trabajador.
Que si el patrón va a
pagar por horas y ya se dijo que nunca podrá ser menor al importe del salario
mínimo, creo que está bien. El problema sigue siendo la seguridad social y eso
ya lo he comentado con antelación y lo repito: se puede garantizar la seguridad
social a todos.
La contratación por
terceros, esa forma nueva de contratar que hemos importado mal traducida de
otras latitudes, a pesar de no ser de mi agrado, puede funcionar, siempre y
cuando exista la seguridad social, que insisto, es el tema toral a resolver. Y
ya debería ser una garantía para todos, el más importante de los derechos
humanos tutelados por el Estado. La forma de lograr los fondos está disponible.
Respecto a los sindicatos
y su forma de manejarse, no debe perderse de vista que existen tratados
internacionales que garantizan la autonomía y libertad sindical, por lo que
primero habrá que analizarlos y luego, andar emitiendo opiniones sin
fundamento. Cada sindicato decide en su seno cómo ha de manejarse y punto. No
puede ni debe existir injerencia de nadie, incluido el gobierno y los
inquisidores gratuitos que quisieran tener sus fondos.
Creo que si el gobierno
voltea a buscar nuevas formas de hacer las cosas y la sociedad deja de querer
que todo siga igual para beneficio de unos cuantos, podremos avanzar. Y ahí,
estamos muchos mexicanos ya listos para participar.
Me gustaría conocer su
opinión.
Vale la pena.
José Manuel Gómez Porchini.
Director General
Calmécac Asesores Profesionales S.C.
Comentarios: jmgomezporchini@gmail.com
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