Existe una frase que generalmente se atribuye a
Nicolás Maquiavelo y que describe a la perfección a los políticos y a la
política: “El fin justifica los medios”. Sin embargo, al empezar a leer y
documentarme para escribir esta nota, de pronto encontré apuntes que indican
que la frase no es ni nunca fue de Maquiavelo, aún cuando bien retrata su obra:
dicen que la escribió de puño y letra Napoleón Bonaparte en un ejemplar de “El
Príncipe”, la obra más conocida del florentino.
En clase, les digo a mis alumnos que pongan en tela
de juicio todo lo que vean, que consulten y que duden de todo lo que se les
dice, precisamente para poder llegar al conocimiento.
Hace unos días concluyó un altamente desaseado
proceso electoral en nuestra patria con un resultado que parecía gritado desde
mucho antes: el triunfo electoral de Enrique Peña Nieto, abanderado del PRI a
costa de la debacle sufrida por el partido en el poder, que cayó a tercera
fuerza política y los ayes de dolor de algunos líderes de la izquierda ante la
derrota que ya se presagiaba, sin reconocer que ahora son la segunda fuerza
política en el país.
Es decir, México, que abandonó 70 años de hegemonía
de un partido que perdió contacto con las bases y se dedicó casi a lograr el
beneficio de su clase dorada para entregarse en brazos de la derecha que, en su
costumbre de ser oposición no aprendió a gobernar y dio bandazos que han
trastocado la vida de la nación, hoy tuvo tres opciones reales como candidatos.
Tanto Peña Nieto, como Vázquez Mota y López
Obrador, tuvieron la posibilidad real de obtener el triunfo en las urnas. Eso,
hace apenas veinte o más años, hubiera sido impensable. Sin embargo, en este
2012 la realidad es que, con vicios, defectos y trabas, en México tenemos una
democracia que funciona. Cara, muy cara. Mala, muy mala. Una democracia con una
infinidad de problemas pero con una realidad: es nuestra y es la que hemos
construido entre todos.
Los actores políticos, los candidatos de los
partidos aceptaron jugar con las reglas del juego propuestas por el IFE y a eso
debieron atenerse. Si no les gustaban, no hubieran jugado.
Nuestra democracia, incipiente, cara y mala, es
nuestra y solo a nosotros corresponde cambiarla y mejorarla. Legislar lo
necesario y buscar la forma de hacer que México sea ejemplo en la limpieza de
los comicios.
Este juego ya se jugó, con las reglas establecidas
y ya hubo un ganador. Lo que corresponde a los que perdieron, es aceptar su
derrota y encontrar las fallas en que incurrieron, en qué los aventajaron los
demás y qué fue lo que hicieron mal, para corregir el rumbo a la próxima.
Como diría Napoleón Bonaparte: “El fin justifica
los medios”. Ahora bien, en el México actual, con la transparencia que se busca
y con el despertar de la conciencia ciudadana, cuando ya la gente entiende o
parece entender qué es lo que quiere y lo que busca, soy de la opinión de que
el fin no justifica los medios.
Que obrar para ganar una elección con las trampas y
triquiñuelas de hace muchos años, que por cierto retrata a la perfección el
genial mexicano Mario Moreno “Cantinflas” en su película “Si yo fuera
diputado”, es una vergüenza que le debe pesar a cualquier partido político y
llevarlo, si no al paredón, sí a la pérdida de credibilidad y por consecuencia,
de votantes. Que el fin no justifica los medios. Que la libertad y la dignidad
están por encima de intereses de partido y que el bien de la nación, sólo ha de
lograrse por medios honestos y decentes.
Que nunca más una elección deje tan mal sabor de
boca como la de este 2012 en la que sí hubo un vencedor, pero con un muy alto
costo en su dignidad y con una gran crispación de la sociedad.
¿Quién sale a defender a Peña Nieto Presidente, a
pesar de haber votado por él, si los seguidores de López están prontos a la
ofensa, a la agresión y a la descalificación?
Ya ganó. Que defienda su triunfo en los procesos
que siguen. Que si más de diecinueve millones de mexicanos votaron por él,
ahora le corresponde a Enrique Peña Nieto demostrar que no se equivocaron los
que le confiaron su futuro.
A López Obrador, que se ha distinguido por su
lucha y su carácter, que demuestre que si más de quince millones le creyeron, es porque tenía y
tiene algo positivo. Por favor, que deje sembrado el camino para la izquierda
en México, que sería su mejor legado a nuestra patria y la forma de manifestar
que en realidad quiere a México. Por el contrario, si sume al país en el caos
que representa el aferrarse a demostrar algo que no tiene defensa, que no supo
imaginar, pasará a la historia como un hombre ruin.
A Josefina Vázquez Mota, por quien votaron casi
trece millones de mexicanos, pero que llevó a su partido de ser el del poder a
la tercera fuerza, le resta demostrar de qué está hecha. Cierto, el voto en
contra de su partido fue más bien, un reproche social a las políticas
presidenciales, no a la candidatura de Josefina que, por cierto, al final de su
campaña ya empezaba a gustar. Creo en lo personal que tiene madera para mucho
más de lo que ya dejó construido.
La política nunca ha sido limpia, ni nunca ha sido
justa. Triunfa el que haga mejor las cosas, a pesar de que algunas veces no
sean todo lo dignas, legales o correctas las que se hacen. Así han dejado
perfecta muestra cualquier forma de política, desde la que se hace en las
instituciones educativas por los alumnos hasta la de los organismos sociales.
Por cierto, algunos de esos organismos desprecian de manera total tanto la
democracia como el librepensamiento, a pesar que arengan a la sociedad a actuar
a favor del bien.
Para muestra, están Fouché, Maquiavelo, Napoleón y
los del PRI, que ya vimos que siguen pensando que el fin justifica los medios.
Me gustaría conocer su opinión.
Vale la pena.
Mtro.
José Manuel Gómez Porchini.
Mexicano. Catedrático. Abogado.
Calmécac Asesores Profesionales
S.C.
Director General
Comentarios: jmgomezporchini@gmail.com
buenas tardes!
ResponderEliminarmi nombre Diego Lopez
egresado de UANL Lic relaciones internacionales en la facultad de ciencias politicas y administracion publica.
mi tendencia politica es social democrata y no estoy afiliado a ningun partido politico, ni leal a algun personaje politico, soy leal a mis principio e ideales.
pongo esto para que no valla a ver una predisposicion o prejuicio de este comentario.
me gustaria que me contestara Profesor: es correcto que en competencias de cualquier indole se haga trampa?
es correcto que el arbitro no marque la mano?
que incluso en el ambito legal que usted conoce bien, se sancione la intencion de un ilicito y explayadolo en este caso no se haga nada?
y dejando el ambito legal y politico.
usted le enseña a sus hijos, alumnos y amigos que hacer trampa es valido , que todo el mundo lo hace pero que solo hay que regularlo para que no afecte de manera importante?
usted le permite copiarse en los examenes a sus alumnos?
recibe moche de ellos?
sin ofenderlo
pero este cuestinamiento es esencial.
por que con el post que lei arriba indica que estamos concientes que hubo ilegalidades pero que no se puede hacer nada por que no esta legislado no hay manera de comprobarlo, sabiendo que antes que nada en cuestion de gobiernos la legitimidad es la que da el poder no la legalidad.
sabemos que las leyes estan hechas para regular nuestra conducta.
ejemplo
si un atleta gana la medalla de oro y luego se le hace un exmen y sale positivo, lo descalifican no lo felicitan.
en paises habido casos similares al nuestro, los responsables han ido a la carcel y el candidato descalificado.
es obvio no podemos permitir tales cuestiones sin importar la cantidad de estas. dijo el jugueton de Calderon.
el proceso esta pegado a derecho no hay mas
no hay como comprobar un fraude, en teoria, porque si quisieramos lo hariamos.
y para colmo no hay legitimidad, el pueblo no sigue a ese personaje.
y todos sabemos que pasa cuando hay esas eventualidades en las naciones.
y creame que napoleon lo supo, maquiavelo igual, franco lo entendio, hitler tuvo doctorado y dio clases de legitimidad (sentido figurado), a pesar de lo que fuese y no soy partidario de el. aclarando.
lamento decirle que esto no es una democracia, es demagogia, simple y sencillo.es lo que es, no es mala democracia, no es deficiente democracia, no es costosa democracia, es demagogia.
y eso es malo tan malo que da pena tan solo mencionarlo.
gracias.
Lic. Diego Lopez
godie360@gmail.com
Diego: A reserva de seguir comentando tus pensamientos, que por otra parte me parecen muy acertados, te dejo enlace a una nota en la que trato d eexplicar lo que hoy preguntas.
ResponderEliminarOjalá cubra tus expectativas pero de cualquier manera, quedo a tus órdenes para seguir comentado el tema.
http://mexicodebesaliradelante.blogspot.mx/2010/01/de-la-democracia.html
José Manuel Gómez Porchini