Propuesta sobre seguridad social
Eduardo: En Forum 184 aparece una nota de Aída Mendoza Flores que titula “EUA: migrantes sin atención médica".
Eduardo: En Forum 184 aparece una nota de Aída Mendoza Flores que titula “EUA: migrantes sin atención médica".
La leí con detenimiento y con gran atención, pues aborda de manera exhaustiva un problema real, actual y que lastima más a quien menos tiene, si bien es cierto que lacera por igual a la inmensa mayoría de nuestros migrantes, que casi todos pertenecen a la mejor parte de nuestro México, pues son jóvenes de entre 15 y 35 años, sanos, fuertes, con ganas de progresar y con entusiasmo para hacer las cosas.
Señala y con acierto, que allá no hay “un IMSS, un ISSSTE o una Secretaría de Salud que los atienda de forma gratuita o a bajo costo, por lo que tal situación se ha vuelto emergente para México”, pero lo cierto es que ni aún para los propios ciudadanos estadunidenses, allá nacidos y con plenitud de derechos, existen un IMSS, un ISSSTE o una Secretaría de Salud.
Vamos, EUA es uno de los países con niveles más bajos de seguridad social pública.
Termina su nota diciendo que “el gobierno mexicano anuncia que se buscarán los mecanismos para que inmigrantes mexicanos cubran su derecho a la salud a través del Seguro Binacional de Salud. La propuesta ya está completa y en la mesa, es un seguro que tendrá un costo de entre 20 y 40 dólares mensuales, y contempla otorgar servicios básicos a los connacionales sin importar su estatus migratorio, aunque éste no cubriría la atención a pacientes con enfermedades crónico-degenerativas como diabetes, hipertensión y cardiovasculares”, es decir, declara que no existe un mecanismo que proteja a nuestros migrantes y que lo que propone el gobierno mexicano tendrá un costo de entre 20 y 40 dólares mensuales sin cubrir las enfermedades que más caras son, es decir, las enfermedades catastróficas, no por el daño que causan, sino por los efectos que tienen en una familia que carece de seguridad social.
Ahora bien, te escribo pues he venido tratando de hacer valer ante diversos foros y espero me auxilies a hacerlo tú que tienes voz y presencia en los medios, que la seguridad social en México y el mundo está tal cual la inventó y propuso Otto Von Bismark a fines de 1890, casi a principios de 1900, recayendo en los obreros, como si dejar a cargo de quien trabaja la obligación de costearse su propia seguridad social fuera el mejor mecanismo.
Cierto, México fue el primero, a nivel internacional, que hizo valer el término derecho social, por conducto de Ignacio Ramírez, El nigromante, aún antes que Von Bismark, como fue el primero que presentó una constitución de corte social que recogiera los sentidos reclamos de los obreros en el artículo 123 de nuestra carta magna.
Empero, los tiempos han cambiado y el mecanismo actual, de obligar al obrero, al patrón y al gobierno a contribuir en partes proporcionales en los costos de la seguridad social, ya no es aplicable. Ya no estamos en los tiempos en que la expectativa de vida apenas frisaba los 40 años, en que los jubilados no representaban ni el 10 por ciento de la población y las mujeres eran ajenas a la vida laboral.
Ahora, todo ha cambiado.
Estamos en posibilidad de cambiar también, la forma de otorgar y financiar el costo de los sistemas de pensiones, de tal forma que cada uno sea titular de su propia seguridad social, con el Estado sólo como garante de la misma, pero de tal suerte que resulte ajena e independiente a las relaciones laborales de cada uno.
Lo que planteo y te pido encarecidamente hagas saber, es que ya no es válido que la seguridad social constituya un moderno mecanismo de esclavitud, pues es sabido que quien ingresa a laborar en alguno de los 14 o más sistemas de seguridad social federales que coexisten en nuestro país, junto con los 31 estatales, los más de 35 de universidades públicas y un número impresionante de sistemas municipales y privados, está condenado a permanecer hasta alcanzar su jubilación en el sistema en que ingresó, precisamente por no existir la portabilidad de la antigüedad en los sistemas ya dichos.
Lo que expongo es la posibilidad de que al ser cada quien titular de su propia seguridad social, pueda mudar su entorno laboral o prescindir de él, sin que la sanción sea la pérdida de sus derechos, que sepa siempre, que por el sólo hecho de ser mexicano, tendrá derecho a un servicio médico y a una pensión, con independencia de que haya o no laborado o de que haya o no cotizado para uno de los supradichos sistemas.
Ya lo he presentado ante legisladores, académicos, funcionarios y más, pero falta, falta mucho. Por eso recurro a ti.
La forma será mediante tarjetas deslizables, ligadas al CURP, clave única de registro de población, que sean utilizadas por cada uno de los ciento cinco millones de mexicanos, al momento de realizar una compra, para que el equivalente a tres puntos del IVA se destinen a una cuenta individual, que les permita ahorrar para garantizar su seguridad social.
De esta forma, cada quien podrá tener derecho por sí y ante sí para optar por una pensión, cada uno podrá disponer de hasta el 25 por ciento de lo ahorrado para los malos tiempos, cada quien podrá disponer, a su libre albedrío, de lo que haya juntado y cada uno podrá transferir su saldo sin necesidad de mecanismos engorrosos ni trámites absurdos.
Por otra parte, al saber que una parte del IVA que se cause será para quien lo paga, estoy cierto que la recaudación por ese concepto se incrementará a casi el doble, con el beneficio que para las arcas nacionales conlleva. Por cierto, cada punto de IVA tiene un valor actual, de aproximadamente 50,000 millones de pesos.
Ya está publicado, ya lo hice libro, ya está en internet y ya lo he expuesto en múltiples foros. Me falta tu apoyo.
Eduardo, confío en ti.
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