miércoles, 30 de diciembre de 2015

2015. Un año más que termina





José Manuel Gómez Porchini / México debe salir adelante      

Hace apenas un instante, en el tiempo, nos preparamos para darle la bienvenida al 2015. Pusimos nuestros sueños y nuestras esperanzas en que el nuevo año sería el mejor de todos. Hoy, cuando recién acaba, nos damos cuenta que el año fue igual que todos: bueno para los que trabajaron y malo para los que se dedicaron al dispendio de tiempo, dinero y energías en cosas inútiles.

Ahora que 2016 reúne arrestos para llegar, pues a pesar de que lo esperamos con ansia no se decide a llegar, hemos de hacer como todos los años el recuento de lo que se queda y de lo que realmente perdimos. Nos queda la vida, el amor de la familia, la importancia de la amistad y algo de salud. La suficiente para seguir teniendo sueños. Perdimos miedos, dejamos atrás amigos y amores que pensamos que no podríamos vivir sin ellos pero ahora, al paso de los tiempos, nos damos cuenta que todas las heridas cierran con la complicidad de los años, pues entre ellos saben lo que uno necesita.

Nos quedan ilusiones, esperanzas en el futuro y la seguridad de que siempre habrá un mañana mejor. Dejamos atrás los resentimientos, las tristezas y los dolores, pues no caben en el mismo corazón dolor y alegría, tristeza y entusiasmo, resentimientos y la ilusión de ser y hacer más.

Las promesas de siempre, pero ahora sí, con la intención de lograrlas: querer más a los míos; hacer más con menos y buscar como fin último la alegría para todos.

Con eso, 2016 será ¡un año de lujo!

Me gustaría conocer su opinión.

Vale la pena.