jueves, 26 de mayo de 2011

La Seguridad Social. Un modelo sustentable.





La Seguridad Social
Un modelo sustentable



  

Guanajuato, Gto., a 26 de mayo de 2011




                                                                          

Resumen:
Se explica la razón de ser del término sustentable y se plantea la forma en que han operado las pensiones en el mundo. De ahí, se ofrece un nuevo modelo basado en impuestos indirectos y la posibilidad de ofrecer seguridad social a la totalidad de la población.



Abstract:
The term “Sustainable development” and the way that pensions have functioned throughout the world are explained. With that as a starting point, a new model is proposed, based on indirect taxes and the possibility of offering social security to the whole population.



Palabras clave:
Seguridad Social. Pensiones. Servicio médico. Sustentabilidad. Ahorro.


Desarrollo sustentable, crecimiento sostenible, manejo perdurable y otros términos parecidos o similares, han empezado a formar parte del lenguaje común entre quienes se dedican a expresar sus ideas, a manejar criterios y a guiar a los demás.

Sin embargo, hemos podido darnos cuenta que existe una gran falta de información respecto al contenido y significado real del término sostenible, sustentable o perdurable.

¿Qué quiso decir quien lo empezó a manejar? ¿Cuáles eran las expectativas que se tenían? ¿Qué se podía conseguir? ¿Qué factores inciden en la definición?

Esa y muchas otras preguntas surgen al empezar a tratar de definir el tema.

En un plano distinto pero igual de complejo, está la Seguridad Social. Es un saber nuevo, es una disciplina incipiente, que apenas despunta aún cuando su principal clientela sean los adultos en plenitud y su soporte, la juventud toda.

Ahora, al sumar al término Seguridad Social el de sustentable o sostenible, nos adentramos en un universo aún no descubierto, en una realidad que si bien, ahí está para nosotros, aún no hemos tenido la fortuna de hacerla valer.

Para ubicar nuestro quehacer en términos válidos, tomaremos definiciones de organismos internacionales, la Organización Internacional del Trabajo y la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, así como en las conclusiones a las que hemos logrado arribar.

Por cuestión de método, primero vamos a establecer la definición de sustentable o sostenible. Vamos a tomar lo que ha venido sosteniendo la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo.

Utiliza tres grandes vertientes:

Ecológico; Social, y, Económico.

Al unirlos, va dando los temas que interesan para lograr la sustentabilidad:

Soportable; Viable; y, Equitativo

Así, al sumar los grandes temas y los subtemas, Ecológico, Social y Económico, con los subtemas, Soportable, Viable y Equitativo, se logra que sea sustentable o sostenible, que es la definición que nos interesa.





Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades.[2]
Meet the needs of the present generation without compromising the ability of future generations to meet their own needs.[1]
Informe de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo

                                                                 



  
Ahora que ya sabemos lo que es sustentable o sostenible, vamos a entrar a la otra definición que nos ocupa: Seguridad Social.

Primero, vamos a referirnos a la definición que la Organización Internacional del Trabajo, en el Informe de 1991 emitió como propia:
La protección que la sociedad proporciona a sus miembros, mediante una serie de medidas públicas, contra las privaciones económicas y sociales que, de no ser así, ocasionarían la desaparición o una fuerte reducción de los ingreso  por causa de enfermedad, maternidad, accidente de trabajo, o enfermedad laboral, desempleo, invalidez, vejez y muerte; y también la protección en forma de asistencia médica y de ayuda a las familias con hijos.

Ahora bien, el Maestro Gustavo Arce Cano la ha definido como:
“La seguridad social es el instrumento jurídico y económico que establece el estado para abolir la necesidad y garantizar a todo ciudadano el derecho a un ingreso para vivir y a la salud, a través del reparto equitativo de la renta nacional y por medio de prestaciones del seguro social, al que contribuyen los patronos, los obreros y el estado, o alguno de estos,  como subsidios, pensiones y atención facultativa, y de servicios sociales, que otorgan de los impuestos las dependencias de aquél, quedando amparadas contra los riesgos profesionales y sociales, principalmente de las contingencias de la falta o insuficiencia de ganancia para su sostenimiento y el de su familia.

También es necesario asentar que la Ley del Seguro Social en México, en su artículo 2° ha establecido su propia definición:
“La seguridad social tiene por finalidad garantizar el derecho a la salud, la asistencia médica, la protección de los medios de subsistencia y los servicios sociales necesarios para el bienestar individual y colectivo, así como el otorgamiento de una pensión que, en su caso y previo cumplimiento de los requisitos legales, será garantizada por el Estado”.

Ya hemos manejado tres muy importantes definiciones. La de la O.I.T., la del Maestro Arce Cano y la que contiene la Legislación vigente en materia de Seguro Social en México.

Ahora, sabiendo la importancia del foro en que actuamos, elevo una frase que con antelación he usado:
Se debe entender a la Seguridad Social como parte del Derecho Social en los siguientes términos: Derecho Social como la más excelsa creación del hombre en defensa de los derechos de su hermano el hombre, para que todos puedan tener una vida digna, un trabajo decente y una vejez garantizada.

En efecto, la seguridad social es la forma en que el Estado ha de resarcir la capacidad de ganancia de las personas, bien jurídico tutelado, mediante los mecanismos que dispongan las leyes.

En México y el mundo, la seguridad social está casi tal cual la inventó y diseñó Otto Von Bismark, mundialmente reconocido como el Padre de las Pensiones, pues fue el primero que manejó dicho concepto en las leyes emitidas en 1893, 1894 y 1896.

Es decir, la figura jurídica de la jubilación o pensión, que aún no se ponen de acuerdo los grandes tratadistas para establecer la diferencia, es una figura jurídica nueva en el tiempo y que aún carece de una correcta y sana interpretación.

Cuando nacen las pensiones, el universo de pensionados o jubilados era muy reducido y quienes aportaban, era casi ilimitado.

Al tiempo, el promedio de vida cambió, de uno inferior a los 50 años a los que actualmente se manejan en los países mas o menos desarrollados, que todos exceden los 70 años de edad.

Además, el derecho a pensión era casi como un privilegio de los varones, pues eran quienes lograban empleos formales que les permitieran optar por una jubilación.

De pronto, las mujeres irrumpieron en el mundo laboral y empezaron a luchar por el reconocimiento a sus derechos, incluido el de poder jubilarse y lo lograron.

Así, sin mayor preámbulo, de pronto hombres y mujeres alcanzaron los años de servicios establecidos en los distintos sistemas de pensiones y empezaron a obtener su derecho.

Cada vez fueron siendo menos los hijos, el mundo redujo la explosión demográfica, se invirtió el Diagrama de Pareto respecto a los deciles de población de trabajadores y un día, los gobiernos se dieron cuenta que los fondos ya no resultaban suficientes para soportar pensiones. 

Ahí es donde encaja nuestro tema y la propuesta que presento ante Ustedes. Aquí es donde habremos de referirnos a una seguridad social que respete los puntos tratados al inicio.

Si hacemos que el tema de las pensiones se vea desde la óptica de lo Ecológico, Social y Económico, con los subtemas, Soportable, Viable y Equitativo, se logra que sea sustentable.

Si hacemos que el tema de las pensiones se vea desde la óptica de lo Ecológico, Social y Económico, con los subtemas, Soportable, Viable y Equitativo, se logra que sea sustentable.

Entre lo ecológico y lo social, está lo soportable. Entre lo ecológico y lo económico, se ubica lo viable. Si el tema es soportable y viable, ya tenemos un punto de dónde partir.

Lo interesante aparece en los puntos de unión entre lo social y lo económico: Es equitativo. Si además, le sumamos lo ecológico, para llegar al centro de unión de los tres grandes temas, tendremos que es sostenible. 

Y sí. Si logramos juntar los intereses de la parte social con los económicos, será equitativo, que es uno de los valores que se han de buscar en el nuevo esquema de pensiones.

Ya equitativo, soportable y viable, sólo nos falta lograr que sea sostenible y eso, lo conseguimos al unir lo que ya se ha descrito, con la posibilidad de que exista, más que un pilar ecológico, una columna vertebral basada en la solidaridad, que ha sido desde siempre el valor fundamental en la seguridad social.

En efecto, la seguridad social tiene sus cimientos en la forma y términos descritos por Von Bismark y así ha venido siendo. Tibios esfuerzos por cambiar el modelo, no han fructificado.

Se ha tomado el modelo chileno, que ya ha sido abandonado por sus seguidores al no dar resultados.  Otros, que consisten en regalar al pobre unos pesos, tienen tintes electoreros y humillan a quien los recibe.

Lo justo será que todos, por el sólo hecho de ser parte de la sociedad, por participar en la vida en común y colaborar en los esfuerzos que permiten darle valor a la vida, han de tener acceso y derecho a seguridad social.

Se debe olvidar el paradigma de que la pensión o jubilación sólo es para el empleado que tenga relación laboral formal. Ya debe tenerse por superado.

Aquí es donde ya podemos referirnos a la causa y razón de estar ante Ustedes.  La propuesta que, en materia de pensiones o jubilaciones, he venido manejando y que ahora pongo en sus manos.

La forma de lograrlo será tomando en consideración que todos los habitantes del país tienen derechos y éstos, deben ser garantizados constitucionalmente.

Deberán darse las modificaciones, adiciones y transformaciones constitucionales, legales, estructurales y de organización que correspondan.

La propuesta consiste en crear un mecanismo que permita a cada uno, sin tomar en cuenta edad, sexo, credo, religión o ningún motivo de señalamiento, ir tomando el equivalente a dos o tres puntos de IVA que sirva para soportar la futura pensión o jubilación.

De cada operación gravada con IVA que se realiza, vía electrónica y mediante dispositivos de cómputo, podrán hacerse las transferencias que logren soportar esas pensiones.

Obvio, el comprador, al exigir que la operación quede registrada para obtener el beneficio ya descrito, estará obligando al proveedor o vendedor a que informe o notifique a la Secretaría de Hacienda de los importes cobrados por IVA.

Va a incrementarse la recaudación fiscal en, al menos, lo que la propia Secretaría de Hacienda reconoce como evasión y elusión fiscal respecto al Impuesto al Valor Agregado: un 40%

Sin embargo, en estos términos, quien compre mucho a lo largo de una vida, que puede ir desde recién nacido y hasta los sesenta o sesenta y cinco años de edad, según se determine, podrá tener una pensión generosa.

El que nunca compró o que ya tiene la edad o que ya tiene el derecho, de igual modo tendrá una pensión de al menos dos salarios mínimos garantizados por el Estado, pues habrá de existir como columna principal y soporte de las pensiones, la aportación del estado.

La propuesta que está en sus manos implica que personas físicas, personas morales de derecho privado y el Estado, puedan juntar lo que he denominado Impuesto de Aportación de Seguridad Social Indirecto, IASSI por sus siglas.

Es decir, habrá básicamente tres fuentes de aportaciones para seguridad social:

1. Personas físicas

2. Personas morales particulares

3. Personas morales oficiales

Cuando compre un particular, su porcentaje o sus puntos son para él y para ir acumulando para una pensión.

Cuando compre una persona moral de derecho privado, una empresa, servirá para pagar impuestos, en especial, de seguridad social y para garantizar el pago de liquidaciones de trabajadores.

Cuando compre el Estado, cualquiera que sea su forma, se acumulará en una sola cuenta de donde habrá de tomarse lo necesario para cubrir las pensiones que falten.

El interés de todos en lograr que las pensiones o jubilaciones sean una realidad, puede concretarse si hacemos lo que nos corresponde: apoyar a México.

Vale la pena.

Me gustaría conocer su opinión.

José Manuel Gómez Porchini  

La imagen del logotipo del Foro se obtuvo el 26 de mayo de 2011 de la dirección electrónica:

http://goo.gl/I7i5j   



La imagen de SUSTENTABLE se obtuvo el 26 de mayo de 2011 de la dirección electrónica:

http://goo.gl/YHvJx   


miércoles, 25 de mayo de 2011

La situación fronteriza.

La situación de las fronteras ha sido desde siempre, un tema ajeno a la realidad nacional. Desde aquella alegoría que Don Eulalio González, Piporro, representante de la región realizara con “Chulas Fronteras” hasta los estudios sociológicos formales que empiezan a dar luz de la razón de ser de esas fronteras.

Soy de Tamaulipas y algo conozco del tema. Las fronteras han tenido vida propia y cada una ha sabido de sus afanes. Matamoros-Brownsville, Reynosa-Hidalgo y McAllen, Nuevo Laredo-Laredo y así, todo el Río Bravo. Si recordamos que la frontera era más al norte, al Río Nueces, resulta que al cambiarla se transformó la vida de los que se quedaron de aquél lado.

En mi tierra, Matamoros, existe una confusión de nombres, apellidos y familias: Son los mismos los de éste y los de aquél lado. No existe conflicto y todo es paz. El Casino de Matamoros y el Contry Club de Brownsville tienen casi los mismos apellidos, si acaso cambian unos cuantos y todos, ricos, pobres y clase media de uno y otro lado de la frontera van a la Isla a tomar el sol y bañarse en las aguas del Golfo de México.

En Reynosa es distinto, están solos. Hidalgo es un montoncito de casuchas, ahora muy elegantes, pero sin habitantes ni competencia. McAllen está muy lejos. Ahí no existe identidad, ni rivalidad ni relación alguna. Son totalmente ajenos.

Los de Laredo, al cambiar la frontera decidieron seguir siendo mexicanos y por eso, cruzaron el Río Bravo y fundaron una nueva ciudad: Nuevo Laredo. Allá dejaron sus muertos y parte de su historia pero confiaron en lo que venían a hacer. Y son mexicanos y para ellos, los que se quedaron resultaron ser de menor valor. Por eso, al mexicano que se quedó allá no lo quieren ni los de aquí, por renegado ni los de allá, por estimarlo menor. Tener apellido en español precisamente en Laredo es una afrenta.

Eso deben saberlo los que estudian la vida de las fronteras, no para recalcarlo si no, para ir buscando la forma de restañar esa herida.

Ahora un funcionario menor del lado americano ha solicitado se retiren los anuncios y letreros que indican la proximidad con México. Desea se eliminen las referencias a nuestra patria, pero tiene apellido en español.

Tal vez, hable inglés. Tal vez, busque el bien de su país. Pero si va buscando lo que ahora se impone como realidad, como verdadero punto de partida para hacer la vida, ha de buscar el capital social.

Un vecino de aquellos lares, a quien conocí hace muchos ayeres, ha pugnado por crear capital social en su tierra natal para despegar como zona económica, como región productiva, como polo de desarrollo.

Leopoldo Lara maneja y con maestría el tema del capital social y ha venido haciendo esfuerzos por lograr que su tierra, esa tierra brava por la que cruza la mayor parte del comercio internacional de México, salga adelante. Y, la verdad, los que vemos desde fuera sus esfuerzos, sólo nos queda alentarlo para que siga, decirle que su compromiso con Nuevo Laredo, con Laredo el de antes, con los habitantes de ambos lados de ese Río Bravo que tanta vida ha dado y también, que tantos muertos debe, se debe manejar siempre buscando crear el mayor capital social posible, que no es otra cosa que la confianza que existe entre los diversos pobladores de una región en los demás miembros de la misma comunidad. Que la gente del pueblo confíe en sus autoridades, que éstas, crean en los ciudadanos, que el obrero confíe en el patrón y éste, en quien permite que viva la empresa.

Por capital social también se debe entender la confianza que existe en dejar la puerta abierta, seguro de que nadie entrará a ofenderla, que nadie busca apropiarse de lo ajeno, precisamente porque la sociedad le ha permitido obtener lo necesario.

Es algo así como volver a los tiempos en que nuestros abuelos platicaban que las casas estaban abiertas día y noche sin que nadie causara daños.

Volver al tiempo en que las bicicletas estaban en la calle, recargadas en la puerta y ahí se quedaban.

Confiar en que el policía es representante de la autoridad y vela por la sociedad, no como ahora parece ser: que cuida los intereses de quienes tienen conflictos con la ley y representa lo que los ciudadanos más abominan: el crimen y la ilegalidad.

Es tan fácil como querer. Es tan fácil como confiar y además, establecer los mecanismos para garantizar premios a quien haga las cosas bien.

Es mucho más barato y más productivo premiar las buenas acciones que tratar de controlar situaciones fuera de toda proporción.

La forma de crear y lograr ese capital social, es interesándose realmente en los problemas de los demás, no sólo de palabra, si no de obra.

El Capital Social se logra generando riqueza para todos, generando empatía, unidad, esfuerzo conjunto y compromiso. Se alcanza cuando la gente sabe que los demás, van a ayudarlo como él lo hace con los demás. Cuando el hombre no se siente solo entre los hombres, pues por eso cedió sus libertades, para vivir en sociedad, seguro y confiando en la colectividad, ya oficial, ya privada, que sabe que va a apoyarlo.

Vale la pena.

Me gustaría conocer su opinión.

José Manuel Gómez Porchini
Mexicano.




domingo, 15 de mayo de 2011

De las penas de los Maestros.


Hoy es Día del Maestro. He recibido felicitaciones y muchos buenos deseos. Ha sido maravilloso darse cuenta que existe quien valora lo que el Maestro hace. Lo agradezco en el alma.

De hecho, recibí una invitación a tomar café y arreglar el mundo de parte de una Maestra muy animosa con quien he tenido la fortuna de compartir momentos alegres y también, las penas de saber que el empleo ha terminado.

Hoy me invita para contarme un asunto que hace que me hierva la sangre.

Una maestra, de quien no me ha dado el nombre, trabaja para un muy famoso Instituto, que es muy importante. Me dice que no le pagan su salario a tiempo, que no le cubren vacaciones, que no le conceden tiempo para tomar sus alimentos, que le han negado copia de su contrato de trabajo, que no le cubren aguinaldo, que si se atreve a reclamar será boletinada a todas las escuelas e institutos del país para que nunca nadie más la contrate, a pesar de estar prohibido por la ley y en suma, esas cosas que la Ley Federal del Trabajo y la sangre de los que conquistaron los derechos de los trabajadores, al Instituto poco le importan.

Ayer, platicando en redes sociales con un muy reconocido columnista, escritor, editor, novelista y todo lo que implique el esfuerzo de estudiar, leer y pensar bastante lo que sea en favor del obrero, me dijo, literalmente: “En el fondo, los intelectuales siempre han luchado en defensa de los más desprotegidos, los obreros, los campesinos, pero no han tenido la suficiente honestidad para alzar la voz en defensa propia, por eso me gusta que expongas aquí la realidad de lo que está sucediendo en esos niveles, porque una vez que se exponen los problemas, inicia la búsqueda de soluciones para revertir la injusticia”.

La suma de ambas situaciones me ha llevado a escribir la presente nota y lo someto a su consideración, mi querido lector.

¿Es válido, es correcto que una empresa, un negocio como lo es una muy importante y famosa escuela niegue las mínimas prestaciones a sus trabajadores? ¿El hecho de ser Maestros, es decir, gente que piensa, les despoja del carácter de asalariados que luchan por conseguir el pan de cada día? ¿Negarle al empleado, al trabajador, copia del contrato de prestación de servicios, las reglas a las que ha de sujetarse para el desempeño de la función, hace mejor al Instituto? ¿Despedir a la que se embaraza por ese problema de ella es correcto, cuando ya la Organización Internacional del Trabajo, las iglesias y todas las formas de organización social han criticado esas actitudes? Tal vez sea importante acotar que la empresa educativa tiene más de mil alumnos y a cada uno le cobra más de tres mil pesos. Tendrá, si acaso, ciento veinte maestros. El sueldo a sus Maestros no alcanza los cuatro mil pesos mensuales. Claro, ante el Seguro Social e Infonavit, los tiene con el salario mínimo, tal vez asesorados por un contador o un abogado que piensan que el fraude a la Seguridad Social es válido. Las cuentas se las dejo a Usted, mi querido lector.

La verdad, yo creo que no es válido. Por eso he venido descubriendo y teniendo problemas en muchas partes. Porque creo que el derecho de la gente es sagrado, que las prestaciones que se merece el obrero no pueden ser escatimados por el que paga sólo por el hecho de ser quien paga.

Si bien la relación laboral ya no es parte del derecho público y por tanto, el Estado no tiene interés en inmiscuirse en lo que haga o deje de hacer el patrón con el obrero, ni pertenece al derecho privado donde las partes, como pares, como iguales, fijan de común acuerdo las reglas del juego y la voluntad de los contratantes es ley suprema, sí debe tomarse en consideración que ahora el Derecho Social, al que nos hemos dedicado, sí tutela a la parte débil en la relación procesal, a la parte que carece del dominio para imponer sus condiciones y a quien sólo le queda la fuerza de la fuerza de su esfuerzo para igualar las condiciones, pues al momento en que los obreros optan por el uso del único de los factores que le permite un trato de iguales con el patrón, el derecho de huelga, en ese momento el patrón recula y se muestra tal cual es: timorato, pusilánime y falto de carácter.

No es lo mismo enfrentarse a una Maestra indefensa, a quien se le exige un horario de entrada a las siete de la mañana y salida a las tres y media, con media hora para alimentos, debiendo recordar que ese tiempo para alimentos se lo proporcionan a la hora del recreo de los niños y le exigen que los vigile y monte guardia para protegerlos, negándole en consecuencia el derecho a comer, debiendo aclarar que según la directora el Instituto no es un club social y no debe estar platicando con otros maestros.

Claro, es Maestra y lo hace con gusto, pero es también un ser humano a quien se le está negando el tiempo para ingerir alimentos, a quien se le está orillando a enfermarse y perder en su juventud lo más valioso: su salud.

Por eso ahora ella quiere presentar una demanda en contra del Instituto, obvio, apoyada por todos sus compañeros y también, por la mayoría de los directivos.

Sin embargo, sólo los propietarios están conformes con el estado actual de las cosas. Sólo ellos saben y sienten que la actuación es correcta. Los empleados, los Maestros, los intendentes, los que laboran ahí, están inconformes, molestos, se sienten vejados y lastimados. Muchos de los empleados que ahí laboran, no son parte de la empresa. Les paga una outsourcing, una compañía de esas que además, escatiman todos los derechos del trabajador y los cambian como cambiar de zapatos.

Nadie tiene, siguiendo a mi amigo columnista, “la suficiente honestidad para alzar la voz en defensa propia” pero sí se han venido armando de valor y me piden presente la demanda respectiva.

Usted, mi querido lector que me conoce, sabe que voy a iniciarla y a seguirla. Sabe también, que mi función no es obtener un peso de la situación, que por cierto, no me cae mal, si no más bien, ayudar en lo posible a cambiar el estado actual de las cosas.

Que no es justo, ni moral, ni decente, ni ético ni nada correcto, que una escuela le niegue a sus Maestros, destacando que Maestro siempre lo escribo con mayúscula en señal de respeto, aún cuando sea un sustantivo que, por cierto, no es un simple sustantivo, lo necesario para hacer la vida.

Que lo correcto es que cada empresa, educativa o no, reconozca el valor y esfuerzo de sus empleados y les cubra lo que es correcto. No se pide más, aún cuando pudiera necesitarse. Se pide lo que es justo y nada más.

Por cierto, ya estoy terminando de redactar la demanda.

Me gustaría conocer su opinión.

Vale la pena.

José Manuel Gómez Porchini
Orgullosamente Maestro y mexicano.

domingo, 8 de mayo de 2011

Análisis FODA de participación en el curso y enfoque EBC


Introducción.
El curso va a terminar. Quedan enseñanzas, aprendizajes significativos, experiencias y situaciones nuevas. Siempre se aprende cuando se busca el lado positivo de las cosas. Hoy no puede ser la excepción.

El presente texto narra lo que se denomina FODA respecto de la participación en el curso.

1. Fortalezas y debilidades detectadas dentro del proceso de construcción colaborativa de la rúbrica para evaluar niveles de logro para sus alumnos de dos competencias básicas.
En el análisis de la evaluación de los niveles de logro de los alumnos, quedó escrito que debe ser continua y, al respecto, encontramos la siguiente opinión:

La evaluación no es algo que se hace una vez y se acaba para siempre.  En muchos casos, es un proceso progresivo, incluso un proceso cotidiano, para el conocimiento de la situación actual, la toma de decisiones o para la solución de un problema (Trull y Phares, 2003). (Rivera Heredia, Bazaldúa y Rovira)

Como fortaleza, por ende, hemos de considerar que el criterio de que la evaluación ha de ser constante y no limitada a un examen, es válida.
La debilidad, podemos ubicarla en que el alumno promedio, carece de lo necesario para acudir a clases con los satisfactores básicos resueltos: casa, comida y sustento. Mientras el estudiante no sea dueño de lo necesario para solventar sus necesidades primarias, no será capaz de mantener la concentración en una clase que le resulta ajena, distinta y distante de su realidad. ¿Cómo convencerlo de que la Constitución establece la igualdad entre hombres y mujeres, si a diario ve las golpizas entre sus padres? Esa es su realidad, que es distinta de la que marcan los libros, que se refieren a una realidad que sólo existe en la mente de algún genio que jamás ha tenido hambre. Ni de manera literal ni en sentido figurado. Hambre de triunfo, de afecto, de satisfactores, de hacer la vida.

2. Fortalezas y debilidades detectadas dentro del proceso de construcción colaborativa en el programa indicativo de curso de actualización docente desde el enfoque EBC
Cada afán tiene sus propias reglas, sus propios triunfos y sus propias debilidades.

La fortaleza se ubica en haber logrado, sólo con una mención de la forma de localizar una página en internet, la creación de una rúbrica completa. Demuestra que la capacidad de aprender del ser humano aún no está debidamente estudiada.

La debilidad, al contrario, la ubicamos en la propia fortaleza: Es prácticamente imposible mover un ápice la forma de hacer las cosas, pues si bien pudiera existir algún humano capaz de entender lo que en un momento determinado se está presentando en nuestro entorno, también es cierto que nadie va a entrar a mover el estado actual de las cosas a favor del ofendido, si éste no usa su propia fuerza.

Pensar que la justicia ha de resplandecer por sí sola, cuando sabemos que se incurre en un acto deleznable, es pensar que el hombre, lobo del hombre, va a rectificar por sí y ante sí sus propios yerros. Lo cierto es que se requiere de una acción promovida por quien se siente agraviado para lograr que las cosas tomen su curso de nuevo. Y esa es la debilidad de México. La falta de personas comprometidas con su propia vida, que asuman la defensa de sus propios intereses.

3. Fortalezas y debilidades detectadas dentro del proceso de construcción colaborativa en los materiales a emplear en el curso de actualización docente.
Para crear el curso de actualización docente, la fortaleza fue la creatividad, la forma en que se asumió un reto que parecía ajeno.

La debilidad fue, a su vez, la propia fortaleza. Efectivamente, en un momento determinado, el pensar que se contaba con todos los elementos para desarrollar un esfuerzo, nos lleva a bajar la guardia y a confiar en los demás. Ahí, cuando uno descubre que las cosas no son como parecen, es cuando se vuelven a tomar las providencias necesarias para proteger lo que se quiere, lo que se busca, lo que se  está haciendo. La debilidad se vuelve a convertir en fortaleza.

El saber que se es vulnerable y que de algún modo se está a expensas de los demás, mueve al ser humano a protegerse de los ataques del exterior. Va creando los mecanismos de defensa que le cambian la forma de vida, de abierto a huraño.

4. Fortalezas y debilidades detectadas  dentro del proceso de construcción colaborativa en la Videograbación de 7 minutos de la práctica docente y evaluativa propia.
Para la elaboración del producto consistente en una videograbación que debería subirse a un canal abierto al público, se estudió, analizó y presentó el hecho de que disponer de la imagen en público de la institución UVM, de Laureate International y de los propios alumnos, constituía un delito en términos de la legislación aplicable en el país. Al pensar que se estaba en la posibilidad de incurrir en una conducta típica antijurídica llevó a quien escribe a buscar la forma más política para evitar dicho error, lo que se logró al admitir el maestro el cambio en las políticas de elaboración del producto.

La debilidad, estriba en que a pesar de lo ya asentado, la institución sigue considerando válido realizar un producto que es a todas luces ilegal.

5. Oportunidades de la implementación del modelo EBC dentro del nivel educativo o laboral en el que está inmerso.
Como catedrático en diversas instituciones del país, tanto de corte público como privado, he tenido la oportunidad de atender políticas educativas distintas.

Desde el hecho de que la lista se debe pasar vía electrónica en los primeros cinco minutos de clase y eso, representa también que el catedrático acudió a clase, hasta el impartir cátedra en un aula carente de energía eléctrica. Sólo quien ha conocido carencias y excesos, sabe de lo que es posible la mente humana.


6. Amenazas de la implementación del modelo EBC dentro del nivel educativo o laboral en el que está inmerso.
El modelo de la EBC podrá ser válido donde la gente tiene el plato de comida seguro, cuando las personas disfrutan de una vivienda digna y decorosa, como manda nuestra Constitución, lástima que no sea obedecida, cuando el salario realmente sea remunerador y decente, como previene la OIT y México lo ha firmado.

Entonces, cuando están las circunstancias de modo, podrán aplicar políticas que privilegian la forma y no el fondo.

En la actualidad, exigirle a quien no ha probado bocado en varios días, a quien viaja en burro dos horas para llegar al salón de clases, a quien viene de ver la golpiza que el padre heterosexual de familia normal acaba de propinar a la madre abnegada, es decir, exigirle a quien está dispuesto a recibir, no a brindar, resulta una ofensa. Y nuestros líderes educativos, políticos y administrativos, carecen de sentido humano.

Quedo a merced de quien evalúa.